miércoles, 1 de septiembre de 2010

LA REFORMA DEL ESTADO DE LAS AUTONOMIAS Y LA CONSTRUCCION EUROPEA

LA REFORMA DEL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS Y LA CONSTRUCCION DE EUROPA



 Imaginemos por un momento que todos estamos de acuerdo en que España desde hace tres años camina a toda velocidad cuesta abajo y que hemos entrado en un proceso de decadencia por culpa de errores propios y ajenos. Lo que realmente nos diferencia del resto de países europeos importantes de la zona euro son cuatro elementos clave:

Primero.- Estamos endeudados tanto como Inglaterra y EEUU. La Deuda total de España, particulares, familias, Bancos y Cajas de ahorro, empresas privadas y públicas, Ayuntamientos, CCAA, Cabildos, Diputaciones y la Administración Central del Estado asciende a TRES BILLONES SEISCIENTOS MIL MILLONES DE EUROS. Devolver esta inmensa Deuda en condiciones económicas y sociales como las actuales requeriría de no menos de treinta años. 

Segundo.- Nuestro Estado de las Autonomías devora el 70% del Presupuesto total del Estado y va casi por libre. Lo único que lo limita en parte es la capacidad del Estado para impedirle endeudarse en Deuda Pública Autonómica.
 Ya hace mucho tiempo que el monstruo está moribundo. El Estado de las Autonomías, del que Giscard d´Estaing dijo que Francia no se podía permitir tanto despilfarro propio de un país rico, solo ha servido para que unas 500 personas físicas y jurídicas corruptas vivan a costa de las Autonomías, tras convertir el Mercado Único Español en diecinueve Mercados autonómicos, sin importarles lo más mínimo que España y las propias Comunidades entren en quiebra.
 Ya no podemos admitir fábulas como que las Comunidades Autónomas acercan la gestión de la administración a los ciudadanos, lo que es mentira, y echemos a todos los sinvergüenzas que han convertido las Autonomías en las 19 Cuevas de Alí Babá y los 500 ladrones. Y hablo con la propiedad del que conoce este mundo por dentro.

Tercero.-Nuestro sistema financiero tiene un agujero negro inmobiliario que debe ascender realmente a una cifra comprendida entre 300.000 y 350.000 millones de euros y una Deuda de Bancos y Cajas de 770.000 millones de euros con entidades alemanas, francesas, inglesas e internacionales.
 Sólo se han puesto parches hasta ahora, por una política suicida del Gobierno apoyada indirectamente por una Unión Europea, que ha preferido mirar a otro lado y no reconocer la situación para no poner en quiebra a los principales Bancos Europeos. 

Cuarto.-Los partidos políticos españoles, están resultando la peor rémora entre las muchas existentes en España. Es un insulto a la inteligencia colectiva española la exhibición grosera de mediocridad que ofrecen los Partidos políticos y sus representantes en todo tipo de instituciones.
 Si PSOE, PP, IU e incluso los Partidos regionalistas y nacionalistas no reaccionan ante los problemas  de democracia interna que tienen, eligiendo a los mejores dentro de  sus filas, esto no tiene solución posible.  
 Puesto que tienen entre sus simpatizantes o militantes, personas infinitamente mejor  preparadas que las que ocupan actualmente sus aparatos políticos e incluso las más altas responsabilidades en el Gobierno Central y en los de las Comunidades Autónomas, todavía de motu propio pueden empezar a arreglar las cosas cambiando todo desde dentro, empezando por la Presidencia del Gobierno de España.
 
 Si no abordamos estos cuatro problemas con seriedad y con un gobierno de verdad formado por los mejores de entre nosotros lo vamos a tener muy crudo. Para hacerlo podemos contar con Europa, que poco a poco ha llegado a conocernos completamente y dispone de fondos financieros para resolver nuestros problemas y de paso los suyos.


Regenerar España es posible


 
 Regenerar España supone empezar de nuevo, aunque contando con bases más sólidas que las que teníamos cuando aprobamos la Constitución de 1978. Hoy tenemos empresarios y empresas excelentes a nivel mundial y unas Business Schools entre la mejores del mundo. Existen profesionales y parados cualificadísimos y unos jóvenes suficientemente formados, de entre los cuales un millón y medio deberán salir de España si no somos capaces de facilitarles un trabajo.

 Nos han fallado los políticos y los Partidos Políticos a los que les dimos una Constitución para que la cerraran en el momento oportuno y para que la respetasen y que, por el contrario, han permitido que se cree ese infinanciable monstruo de diecinueve cabezas que conforma el Estado de las Autonomías, que o ponemos en su sitio o acabará con todos nosotros más bien antes que después.

Es necesaria y urgente una Reforma Constitucional, que haga viable la Economía Española y el Estado de las Autonomías. Seguir como estamos es apostar por continuar en  DECADENCIA los próximos cincuenta años.
Mal empezamos el siglo XX tras las pérdidas de nuestras últimas colonias en Cuba y Filipinas y un peso cero en el mundo, mal hemos empezado el primer decenio del Tercer Milenio por culpa nuestra y de la Unión Europea, aunque Zapatero y su inexistente Gobierno tienen un plus de responsabilidad muy importante porque desconocen como evoluciona el mundo en estos momentos, y nos han puesto enfrente a un enemigo poderoso que son los mercados financieros actuales, a los que no saben como hacer frente.

 Que España en el peor momento de su Historia tenga un Presidente completamente ignorante, resentido e incapaz de darse cuenta de que es un lastre total para su Partido y para España y que además esté rodeado de una caterva de indocumentados que lo único que han hecho ha sido salir del colegio, inscribirse en el PSOE y hacer de su militancia una profesión vitalicia, dibuja un panorama terrible. Y los demás Partidos más de lo mismo desgraciadamente.


Construir Europa


 Muchos pensamos que Europa es capaz de responder a las esperanzas que ha generado en la mayoría de los europeos, considerando que es la única forma capaz de afrontar los problemas de hoy y de mañana de todos.
 España como Irlanda, Portugal, Grecia e Italia, necesita si cabe más que los demás que Europa avance en una mayor integración, pues de lo contrario nuestros problemas son tan enormes que nos es imposible superarlos individualmente.

 También es cierto que los Gobiernos europeos no están a día de hoy a la altura de sus responsabilidades por el mismo problema que aqueja a España: Hay tanta  mediocridad en los responsables del Consejo y de la Unión Europea y de la mayoría de presidentes de gobiernos Europeos que parece haberse perdido el ideal europeo. 
 Ningún país europeo por sí solo tiene el suficiente tamaño como para poder emprender la política de inversiones que necesita Europa en este momento. La pareja franco-alemana que siempre funcionó bien desde el final de la 2ª Guerra Mundial para resolver todo tipo de crisis, hoy se muestra impotente y paralizada.  Puede que solo se deba a la conjunción de una persona prudente como Angela Merkel y un hiperactivo como Sarkozy. Lo que está claro es que el resultado es demoledor para Europa: La prudente no integra Europa, el hiperactivo desintegra las instituciones existentes.

 Hace falta más Europa, más integración, más convergencias monetarias, fiscales y salariales, que den lugar a más productividad y competitividad para todos. El predominio de lo intergubernamental sobre lo europeo es el principal problema de Europa. Parece como si los europeos no fuéramos capaces de pensar la democracia fuera del contexto Estado-nación.
 Las culturas políticas nacionales impregnan nuestra visión de Europa, y por eso tenemos tanta dificultad en ver la Unión Europea como un Estado, y la Comisión Europea como un gobierno tradicional, que responde frente al pueblo o sus representantes directos.

 Para que Europa resuelva nuestros problemas reales, los problemas de todos, debemos dotarla de nueva legitimidad y eficacia, ya que es el único ejemplo en el mundo de democracia supranacional, es decir ejercida en un marco superior al del Estado Nación. Nuestro Estado de las Autonomías, en este contexto superior, es una caricatura de Estado en el que las autonomías que debían dar más solidez al Estado Español, son las que quieren desvertebrarlo con la ayuda incondicional de un Presidente de Gobierno frívolo que jamás debió serlo. Es un problema más que deberemos resolver los españoles sin ayuda de nadie.

 La Comisión Europea, por su lado, tiene un papel básico en la formación del interés general europeo, que está más allá de los Estados miembros. En los  últimos años la Comisión ha pasado de defender la economía social de mercado a la  desregulación neoliberal. Barroso que debía defender los intereses de la Comisión que preside, ha reforzado el poder de los Estados miembros. Es por lo que vivimos un momento de standby que perjudica gravemente los intereses generales. 

 Pero no debemos desesperar. El principal desafío de la Unión Europea viene de la mundialización, sólo se enfrentará con éxito a la mundialización si deja a un lado el proteccionismo. Sólo seremos un actor importante en el desorden mundial multipolar y postoccidental si jugamos un papel estructurador, si promovemos la cooperación internacional basándonos en la reciprocidad,  si desarrollamos políticas ecológicas de lucha contra el cambio climático, el  ahorro energético o la preservación de recursos del planeta.

 También debemos hacer las cosas mejor en políticas de ayuda al desarrollo y políticas de inmigración que hasta la fecha se han vuelto contra nosotros por ir todos los paises por libre. Europa necesita una sola voz y potente para tener el peso que se merece en el mundo multipolar que vivimos hoy día. Tendremos que renunciar a poderes que consideramos históricamente soberanos,  asumiendo más gobernanza europea. 

 Sólo si los ciudadanos europeos admitimos esas renuncias de nuestros Estados Nación como propias, nos acercaremos a aquellos ideales de paz y prosperidad para todos, que impregnaron los sueños de los padres fundadores del sueño europeo. 

 



    Angel Gimeno Marín
    Profesor, Economista, Ingeniero Industrial
    Empresario, Máster y Pade en Economía y Alta Dirección
    Ex Consejero de Economía y Hacienda Diputación General de Aragón