sábado, 26 de febrero de 2011

LA SALIDA DEL EURO Y LA REFUNDACIÓN DE LA ZONA MONETARIA EUROPEA PODRÍA SER LA SOLUCIÓN PARA ESPAÑA Y OTROS PAÍSES EUROPEOS CON DIFICULTADES SERIAS

Sólo construyendo Europa saldremos adelante


Muchos pensamos que Europa es capaz de responder a las esperanzas que generó en la mayoría de los europeos, considerando que es la única forma capaz y válida para afrontar los problemas de hoy y de mañana de todos. España como Irlanda, Portugal , Grecia e Italia necesitamos si cabe más que los demás que Europa avance en una mayor integración, pues de lo contrario nuestros enormes problemas serán imposibles de ser superados a título individual.
También es cierto que los Gobiernos europeos no están a día de hoy a la altura de sus responsabilidades por el mismo problema que aqueja a España: Hay demasiada mediocridad en los responsables del Consejo y de la Unión Europea y de la mayoría de presidentes de gobiernos Europeos. Con esta gente no es extraño que parezca haberse perdido el ideal europeo.






Ningún país europeo por sí solo tiene el suficiente tamaño como para poder emprender la política de inversiones que Europa necesita en este momento. La pareja franco-alemana, que siempre funcionó bien desde el final de la 2ª Guerra Mundial para resolver todo tipo de crisis, hoy se muestra impotente y paralizada. Hace falta más Europa, más integración, más convergencias monetarias, fiscales y salariales, que den lugar a más productividad y competitividad para todos.
El predominio de lo intergubernamental sobre lo europeo es el principal problema de Europa. Parece como si los europeos no fuéramos capaces de pensar la democracia fuera del contexto Estado-Nación. Las culturas políticas nacionales impregnan nuestra visión de Europa, y por eso tenemos tanta dificultad en ver la Unión Europea como un Estado, y la Comisión Europea como un gobierno tradicional, que responde frente al pueblo o sus representantes directos.
Para que Europa resuelva nuestros problemas reales, los problemas de todos, debemos dotarla de nueva legitimidad y eficacia, ya que es el único ejemplo en el mundo de democracia supranacional, es decir, ejercida en un marco superior al del Estado-Nación. Nuestro Estado de las Autonomías, en este contexto, es una caricatura de Estado en el que las autonomías que debían dar más solidez al Estado Español son las que quieren desvertebrarlo con la ayuda incondicional de un Presidente de gobierno frívolo que jamás debió serlo.

Este es el único problema que deberemos resolver los españoles sin ayuda de nadie: La Reforma del Estado de las Autonomías ,completamente infinanciable y fuente de todo tipo de corruptelas.
La Comisión Europea, por su lado, tiene un papel básico en la formación del interés general europeo, que está más allá de los Estados miembros. En los últimos años la Comisión ha pasado de defender la economía social de mercado a la desregulación neoliberal. Barroso que debía defender los intereses de la Comisión que preside, ha reforzado el poder de los Estados miembros. Es por lo que vivimos un momento de standby que perjudica gravemente los intereses generales.
Pero no debemos desesperar. El principal desafío de la Unión Europea viene de la mundialización, sólo se enfrentará con éxito a ésta si deja a un lado el proteccionismo y practica políticas que garanticen un crecimiento razonable. Sólo seremos un actor importante en el desorden mundial multipolar y postoccidental si jugamos un papel estructurador, si promovemos la cooperación internacional basándonos en la reciprocidad, si desarrollamos políticas ecológicas de lucha contra el cambio climático, el ahorro energético o la preservación de recursos del planeta. También debemos hacer las cosas mejor en políticas de ayuda al desarrollo y políticas de inmigración que hasta la fecha se han vuelto contra nosotros por ir todos los paises por libre.














Para poder hacer todo esto antes que nada hay que resolver el gran problema que hoy día condiciona todo. Nos equivocamos al poner en marcha el euro, no queda otro remedio que volver a reconsiderar todos los errores cometidos. El euro está condicionando el futuro de Europa y todas las políticas de austeridad que se han puesto en marcha se deben a un intento desesperado por salvarlo. Esto supone sacrificar el bienestar y el modo de vida de los europeos por muchísimo tiempo.


LA SALIDA DEL EURO Y LA REFUNDACIÓN DE LA ZONA MONETARIA EUROPEA PODRÍA SER LA SOLUCIÓN PARA ESPAÑA Y OTROS PAÍSES EUROPEOS CON DIFICULTADES SERIAS.

El paso gradual de la moneda única a la moneda común podría ser una solución para nosotros y para otros países con problemas parecidos a los nuestros. Se trataría de recuperar la soberanía monetaria, aunque comprometiéndonos a coordinarnos estrechamente con los países que conservaran el euro.





















- España y Grecia procederíamos a realizar devaluaciones de cierta importancia, de un 30 a un 40%, para aumentar nuestra competitividad e incrementar nuestras exportaciones.















- Francia e Italia podrían devaluar de un 15 a un 20%.










El euro sería la única moneda totalmente convertible de la zona y las nuevas monedas nacionales lo serían solamente con respecto al euro con paridades fijas pero periódicamente revisables. El mercado de cambios se podría centralizar en Frankfurt en señal de buena voluntad y se admitiría que estuviese muy bien reglamentado, con prohibiciones de posiciones en descubierto y de movimientos de capitales a corto plazo. Existiría un mercado monetario restringido a la zona euro y desconectado del resto del mundo, con el euro funcionando con el papel de moneda pivote.
Las ventajas de de esta solución serían de dos tipos:
- Existiría una estrecha coordinación monetaria entre los países europeos.
- El país que lo necesitara podría conservar una cierta flexibilidad monetaria.
Que esto no le gustaría a Alemania es obvio. Pero es la única posibilidad para reexaminar en detalle el conjunto de la construcción del euro e iniciar la refundación de esta zona monetaria, que no tuvo en cuenta las condiciones necesarias y suficientes para que pudiera funcionar un entramado tan complejo como el Sistema Financiero Europeo dentro de un conjunto de países completamente diferentes en todo.
Alemania tendría mucho que perder si estallara el mercado europeo y se produjese una situación en la que no existieran estrategias cooperativas. Para que el Gobierno alemán deje de mangonear al resto de Europa imponiendo siempre sus soluciones, no queda otro remedio que situarlo en la perspectiva de una ruptura total del Sistema financiero europeo
Ya basta con el rollo del falso dogma de la estabilidad monetaria a cualquier precio, pues eso sólo beneficia a Alemania.