lunes, 3 de enero de 2011

La deuda exterior de España pulveriza otro récord pese al ajuste del Gobierno

España ha quebrado catorce veces desde el siglo XVI. La decimoquinta será en el 2011 si Dios no lo remedia. Esperarlo del Gobierno español es una quimera.
La intervención de España es inevitable. Somos incapaces de ahorrar para disminuir la deuda . 

La deuda exterior de España pulveriza otro récord pese al ajuste del Gobierno
El ajuste económico está aquí, pero sus efectos sobre uno de los grandes desequilibrios de la economía española: el endeudamiento exterior, no se dejan notar.  De hecho, y según los datos que acaba de publicar el Banco de España, el endeudamiento neto exterior -saldo entre lo que adeuda España y lo que le deben en el exterior- se situó en el tercer trimestre de este año en 967.500 millones de euros. Se trata de la cifra más alta jamás alcanzada y supone un crecimiento del 1,9% respecto del mismo periodo del año anterior. Frente al segundo trimestre, representa un aumento del 6,5%.

El casi billón de euros que debe España -Posición de Inversión Internacional- representa el 92% del producto interior bruto, lo que da idea de su volumen. Pero si se tiene en cuenta no sólo el saldo, sino lo que realmente debe España al exterior en términos brutos, el dato es verdaderamente significativo. Nada menos que 1,76 billones de euros. O lo que es lo mismo, el 168% del PIB, lo que convierte a España en un país extraordinariamente endeudado frente al exterior. Algo que explica su elevada exposición a los mercados financieros internacionales.

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Pese al ajuste económico, la deuda externa apenas ha descendido un 0,4% respecto del segundo trimestre. E incluso ha crecido casi un 2% frente al tercer trimestre del año anterior. Esto pone de manifiesto las dificultades de la economía española para devolver sus deudas. Básicamente por un problema de crecimiento. Los agentes económicos privados -familias y empresas- no generan suficientes recursos para reducir su endeudamiento.

¿Y quiénes son los que más deben? Los datos del banco central reflejan que bancos y cajas de ahorros (instituciones financieras monetarias) deben nada menos que 757.808 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,9% respecto al año anterior. Familias y empresas, por su parte, tienen un pasivo frente al exterior de 454.729 millones, con un crecimiento del 2,3%. Finalmente, las administraciones públicas adeudan fuera de nuestras fronteras 308.036 millones, lo que supone un incremento del 4,5% en términos anuales. De esta cantidad, el 85% está comprometido en créditos a devolver a largo plazo.


El ajuste económico, al menos, ha servido para frenar el imparable crecimiento de la deuda que se ha producido en los últimos años. Verdaderamente espectacular. Hay que tener en cuenta que en 2002 la deuda exterior neta se situaba en apenas 303.100 millones, la tercera parte que ahora, y que en 2006 había alcanzado ya los 648.200 millones de euros.

¿Qué es la deuda externa?

El fuerte aumento del endeudamiento exterior a partir de los primeros años 2000  tiene que ver con las necesidades de liquidez para financiar el gran aumento de la actividad económica, fundamentalmente vinculada al sector de la construcción. A partir de 2008 se ha producido un incipiente desapalancamiento de los agentes privados, pero el sector público ha tomado el relevo, lo que explica que el saldo entre activos y pasivos continúe creciendo.  

La deuda externa de un país, tal como lo define el Fondo Monetario Internacional (FMI), comprende los saldos de todos los pasivos frente a no residentes que van a dar lugar a pagos por amortización, por intereses o por ambos conceptos. Por lo tanto, incluye todos los instrumentos financieros, excepto las participaciones en el capital y los derivados financieros, ya que estos dos tipos de instrumentos no suponen, necesariamente, la realización de pagos.

Como se ha dicho, los datos oficiales reflejan que España continúa siendo uno de los países del mundo con mayor deuda externa. Según The World Fact Book -una publicación estadística editada anualmente por la Central de Inteligencia de EEUU- España ocupa la sexta posición en términos absolutos, cuando se trata de la duodécima potencia mundial en términos de poder adquisitivo, lo que permite hacer comparaciones.

La lista de deudores la encabeza EEUU, históricamente el país que más necesita del ahorro exterior. Pero teniendo en cuenta que la economía de EEUU es diez veces más grande que la española, en este caso la relación es de seis a uno, lo que significa que España está mas endeudada que el gigante norteamericano, una auténtica trituradora a la hora de captar fondos del exterior. En particular de China y de los países emergentes con balazas de pagos ampliamente con superávit.

EL ESPEJO GRIEGO DÓNDE TENEMOS QUE MIRARNOS en el 2011





EL ESPEJO GRIEGO DÓNDE TENEMOS QUE MIRARNOS

La economía helena está siguiendo al pie de la letra las instrucciones instrumentadas por la Unión Europea, y así le va.
Ha conseguido reducir el déficit  más de un 30% y en vez de ir mejor las cosas van mucho peor.
Los últimos datos son concluyentes: Tras una subida de impuestos bárbara,  el PIB griego cae un 1,5% adicional y el desempleo llega al 12% .
Si ahí acabaran sus cifras negativas no estaría mal; pero las previsiones apuntan a que a final de año la caída del PIB alcanzará un 4% y el desempleo continuará aumentando acercándose decididamente a las cifras españolas del 20%.
Subir impuestos como ha hecho Grecia elevando el IVA hasta el 23%, ha lastrado el consumo y como decíamos en el punto anterior ha incrementado el paro un 40% respecto a las cifras de hace un año.
¿Para qué han servido las medidas aplicadas en Grecia hasta ahora? Para deteriorar más y más la situación.
De hecho con los fríos de este  Enero del 2011, Grecia se quedará helada, cuando después de tanto sacrificio y sufrimiento vea que el nivel de su Deuda con respecto al PIB alcanza una cifra cercana al 150% del PIB, que a unos tipos de interés alrededor del 10% hacen inviable amortizar la Deuda.
Los españoles que ya vemos en Grecia una especie de la vanguardia de lo que nos espera nos daremos cuenta de que Grecia no pude salir adelante sin condonar parte de su deuda y reestructurar el pago de la misma.
Con todo el respeto que se puede tener a un Gobierno como el nuestro, que en vez de reconocer la realidad y colocarla encima de la mesa para buscar soluciones entre todos, hace del engaño su forma de funcionar, no nos queda otro remedio que indicar a todos los españoles que la crisis griega al lado de la nuestra es un juego de niños.
Y que las consecuencias de no afrontarla con seriedad y tiempo suficiente tendrá un coste muy grave adicional.
Les guste o no les guste su obligación es reducir los Gastos Corrientes y Subvenciones de todo tipo tal como está haciendo el Reino Unido,
Antes de subir un euro los impuestos, ya saben de dónde recortar tanto en la Administración Central como en Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y resto de Instituciones que van camino de la quiebra:
Echen a la calle el 90 % de sus asesores .
Dejen los treinta mil coches oficiales aparcados en los Parques de Automóviles y busquen ocupación a los chóferes. Vds. pueden ir al Ministerio en bus, metro o en su coche particular, como todo el mundo, pero especialmente los ministros del Gobierno de Cameron y Clegg en el Reino Unido.
Olvídense de las comidas a cargo del contribuyente.
Los viajes oficiales de turismo pagados con nuestros impuestos también pueden dejarlos para épocas de crecimiento.
Eso es gobernar y no lo que hacen Vds. tirando el dinero de los contribuyentes.
En mi opinión deben cargarse todas las partidas de Falsas Ayudas al Desarrollo y subvenciones de todo tipo a empresas, Organizaciones y gente variopinta que viven a costa de nuestros escasos recursos.
El día que no haya una sola familia española en la que ninguno de sus componentes perciba ningún ingreso, puede ser el día que Vds den un euro del Presupuesto español para satisfacer esas necesidades.
Deben acostumbrarse a la nueva Era de Austeridad que nos va a tocar vivir, tras una Era de Falsa Opulencia, en que un Presidente que no las veía venir, decía que España era jauja, vamos que formábamos parte de la Champions League de los bien gestionados.
Y todo lo demás son zarandajas

EL MONSTRUO DE LAS DIECISIETE CABEZAS: EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS

Ya hace mucho tiempo que el monstruo está moribundo. El Estado de las Autonomías, del que Giscard d´Estaing dijo que Francia no se podía permitir tanto despilfarro propio de un país rico, solo ha servido para que unas 500 personas físicas y jurídicas vivan a costa de todos los españoles sin importarles lo más mínimo que España y las propias Comunidades entren en quiebra.
Ya va siendo hora de que nos dejemos de milongas del tipo de que las Comunidades Autónomas acercan la gestión de la administración a los ciudadanos, lo que es mentira, y echemos a todos los sinvergüenzas que han convertido las Autonomías en la Casa de Tócame Roque. Y hablo con la propiedad del que conoce este mundo por dentro.
España no se puede permitir continuar con este Estado de las Autonomías, en el que la mayoría de ellas van camino de la quiebra sin que hagamos algo serio para arreglar la situación.
Que Catalunya y el País Vasco, tengan serias dificultades para conseguir financiación por valor de 1000 millones de euros en el mercado financiero nos indica que ya hemos ido más lejos de dónde debiéramos.
No podemos permitir ni a Zapatero ni a nadie, que se nos meta en default de un día para otro, pues las consecuencias serían muchísimo más graves que si planteamos al Fondo Monetario Internacional y a la Unión Europea un PLAN DE REGENERACION TOTAL PARA ESPAÑA, que incluya un Plan de Reestructuración Global de la Deuda de sus Instituciones Financieras y de la Deuda Soberana de España, tras sanear de verdad el agujero existente en el Sistema financiero Español.
Mientras no arreglemos el sistema financiero, en el que sólo se han puesto parches hasta ahora, mal puede haber crecimiento y otra cosa que no sea consolidación y aumento del desempleo.
Y mientras el desempleo no caiga con fuerza, a España sólo le espera una Decadencia prolongada de treinta años por lo menos.

EN ESPAÑA UNO O MAS DE SUS PARTIDOS TIENEN QUE SER LOS DE LA REGENERACIÓN POLITICA Y ECONOMICA ESPAÑOLA.

Regenerar España supone empezar de nuevo, aunque contando con bases más sólidas que las que teníamos cuando aprobamos la Constitución de 1978.
Hoy tenemos empresarios y empresas excelentes a nivel mundial, tenemos Business Schools entre la mejores del mundo, tenemos unos profesionales cualificadísimos y unos jóvenes muy bien formados, de entre los cuales un millón y medio de los mismos deberán salir de España si quieren encontrar trabajo.
Sólo nos han fallado los políticos a los que les dimos una Constitución para que la cerraran en el momento oportuno, y que por el contrario han permitido que se cree ese infinanciable monstruo de diecisiete cabezas que conforma el Estado de las Autonomías, que o ponemos en su sitio, o hay que acabar con él cuando antes, redactando una nueva y válida CONSTITUCIÖN.


LA crisis de EEUU, JAPON, EUROPA Y ESPAÑA .


La crisis económica mundial, que no es otra crisis económica más y que durará mucho tiempo, tendrá efectos devastadores para España.
Ochenta y tres millones de jóvenes parados en el mundo, es decir un 13% de los jóvenes entre 14 y 25 años sin trabajo o en subempleo, es un pésimo síntoma que nos preocupa seriamente.
España, todavía lo tiene peor, pues son el 43% de sus jóvenes los que no encuentran trabajo desde hace tiempo y sólo los vemos trabajando en el extranjero para que no entren en una situación de desesperanza total.
Es grave que un país sea incapaz de dar trabajo a sus jóvenes y a cinco millones de desempleados in crescendo, por lo que supone de pérdida en la Inversión educativa que España con gran esfuerzo hizo en la formación de sus jóvenes dotándoles de una buena educación.
Siguiendo los pensamientos de intelectuales como Juan Velarde, Alfredo Pastor, Ramón Tamames, Guillermo de la Dehesa, Javier Solana, Fernando Fernández, el profesor Barea, Ignacio Gómez Acebo, Nouriel Roubini y Paul Krugman, entre otros, sin dejarme llevar por el pesimismo, la España real debe ponerse a trabajar, investigar, subir el grado tecnológico y ser competitiva.
También debe apretarse el cinturón y acabar con el Estado de las Autonomías que imposibilita la viabilidad económica de España.

TODO ESTÁ POR HACER EN UN PROCESO A MEDIO PLAZO, QUE DEBERÍAMOS EMPEZAR POR LA REFORMA DE LA CONSTITUCION O ELABORAR UNA NUEVA

Seguir como estamos es apostar por entrar en DECADENCIA los próximos cincuenta años.
Mal empezamos el siglo XX tras las pérdidas de nuestras últimas colonias en Cuba y Filipinas y un peso cero en el mundo.
Mal hemos empezado el primer decenio del Tercer Milenio por culpa nuestra y de la Unión Europea, aunque Zapatero y su inexistente Gobierno tienen un plus de responsabilidad muy importante porque desconocen como evoluciona el mundo en estos momentos, y nos han puesto enfrente a un enemigo poderoso que son los mercados financieros actuales, a los que no saben hacer frente.
Que España en el peor momento de su Historia tenga un Presidente completamente ignorante, resentido e incapaz de darse cuenta que es un lastre total para su Partido y para España y que además esté rodeado de una caterva de indocumentados que lo único que han hecho ha sido salir del colegio, inscribirse en el PSOE y hacer de su militancia una profesión vitalicia, dibuja un panorama terrible.
Abordemos la REGENERACION DE ESPAÑA antes de que los mercados financieros y Zapatero nos metan en el temido default.
Ir detrás de los acontecimientos, como ha hecho Zapatero los últimos ocho meses es el camino perfecto para entrar en una situación de no retorno.
Necesitamos a los mejores de entre todos los españoles para gobernarnos en este momento. Se necesitan hombres y mujeres de verdad, que no mientan jamás, formados, con gran experiencia y capacidad de liderazgo, y lo que es más importante dispuestos/as a servir a España y a los españoles y no a servirse de ellos, como hasta ahora.

Angel Gimeno Marín
Profesor,Economista ,Ingeniero Industrial,miembro de Greenpeace
Empresario, Máster en Economía y Alta Dirección
Ex Consejero de Economía y Hacienda Diputación General de Aragón