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Madrid 7 de septiembre de 2010
Gulliver y los políticos liliputienses
¿Ha habido algún político español que viera llegar la crisis?
Los políticos de hoy en día no dan la talla. No sólo no vieron llegar la crisis, sino que cuando cerraban miles de empresas e iban a la calle cientos de miles de trabajadores y empleados de todo tipo, todavía la estaban negando. Más tarde empezaron a decirnos que la arreglarían, que era algo pasajero. Nuestra conclusión es simple: ni comprenden la crisis ni tienen la menor idea para salir de ella, porque no saben lo que está pasando.
El silencio de los medios de comunicación y de la intelligentia española.
Lo que asusta hoy día es ese profundo silencio sobre la realidad económica que estamos viviendo. Y no sólo por el silencio de los políticos, sino también por la mayoría del mundo de la intelectualidad y de los medios de comunicación. España es como un tren que puede estrellarse en cualquier momento, mientras que sus máximos dirigentes en todos los ámbitos de la vida política y económica se preocupan de problemas banales.
Han llegado a creer que como mejor están es callados. Como no tienen la menor idea de como afrontar la situación, lo mejor es no decir nada. O dicho de otra forma: No hay ideas, sobran las palabras.
La actuación del Gobierno
Tanto el Presidente del Gobierno como la Ministra de Hacienda, responsables máximos de la situación, actúan de mala fe. Han cogido la manía de mentir a sabiendas inventándose razonamientos que están seguros de que son falsos.
El Presidente del Gobierno está asustado. Cada vez que abre la boca, los mercados reaccionan negativamente. Cada vez que sale a un foro exterior, deja patente su frivolidad e ignorancia. Ni tan siquiera se atreve a despistar al pueblo español como ha hecho todos estos años, legislando sobre temas que enfrentaban a unos españoles con otros.
El tiempo corre y ninguna de las reformas emprendidas ofrece resultados positivos, porque en el fondo ninguna se planteó con la seriedad con la que había que abordarla y al final todas y cada una de ellas se desarrollaron mal y a medias. No es sorprendente que tras la Reforma Laboral se haya incrementado el desempleo en Agosto.
¿Qué es lo que Zapatero piensa que es preciso hacer? Nadie lo sabe.
Yo creo que ya ha asumido que está en la pendiente cuesta abajo que le llevará a su desaparición como político. Y con él a todos los que le rodean.
Trinidad Jiménez y Tomás Gómez
Trinidad Jiménez y Tomás Gómez, dos zombis de la camada de Zapatero al igual que Leire y Zerolo, que terminaron unos estudios insuficientes, se metieron en el PSOE y consideraron que podían vivir de la política para siempre, sin conocer ni poco ni mucho el mundo de la realidad.
La primera no ha hecho nada en política digno de tal nombre, pues fue un paréntesis su candidatura a la alcaldía de Madrid, así como su labor al frente de una Secretaría de Estado para Iberoamérica, que nos hizo perder prestigio en todo el continente. Su labor como ministra deja una Sanidad con un Déficit galopante, que lleva a la Sanidad de todas las Comunidades Autónomas españolas a la quiebra.
Tomás Gómez dice que sus preocupaciones básicas son la Educación, Sanidad, Empleo y Dependencia, sin darse cuenta de que lo que propone no guarda la menor relación con la grave crisis que estamos viviendo. Para que la Comunidad de Madrid mejorara su situación presupuestaria, lo mejor que podía defender es que tanto Sanidad como Educación fueran devueltas a la Administración Central.
Respecto a desarrollar la Dependencia, no tiene recursos para hacerlo. Y en cuanto al Empleo, cualquier mejora depende al noventa por ciento de una política correcta de la Administración Central que hasta la fecha no existe.
Los dos son un ejemplo claro del dicho de Zapatero: "Todos valemos para todo". Y desgraciadamente, cuando no se dispone de la formación más elemental en materia económica mal pueden darse cuenta de que la Economía española y, por consiguiente, la de la Comunidad de Madrid se encuentran en un estanque como el del Retiro, que será barrido por un tsunami económico antes de que se celebren las elecciones autonómicas.
Cuando no se sabe lo que está pasando y encima no tienes formación suficiente para entenderlo, es demasiado atrevimiento el presentarse a unas elecciones en las que no puedes aportar lo más mínimo para resolver los graves problemas que tanto la Comunidad de Madrid como España tienen en este momento.
Y si no sabes lo más mínimo de las causas que nos han llevado a la crisis y a la profundización en la misma, lo digno es no hacer perder el tiempo a los electores y retirarse.
¿El PSOE actual, está preparado para resolver los gravísimos problemas de España?
Desgraciadamente no. Su aparato organizativo perdió el rumbo hace diez años. Da la impresión de que el motor que debía moverlo está gripado desde que Zapatero fue elegido Secretario General. Perdió el norte hace mucho tiempo, y los socialistas que podían haber cambiado su rumbo no han hecho nada por cambiar las cosas.
Es imposible hacer una política socialdemócrata cuando tu Secretario General no practica el socialismo y encima gobierna cual si fuera una mezcla del frívolo emperador romano Calígula y de Carlos II el Hechizado, rey de la Casa de Austria. Sólo esto explica que tenga el peor Gobierno de España en toda su Historia.
Los verdaderos socialistas son conscientes de que es imprescindible partir de cero, una vez que Zapatero dimita o se le eche de la Secretaría General mediante la celebración de un Congreso Federal Extraordinario.
La socialdemocracia en España, al igual que en Europa, va tan mal como el comunismo hace treinta años. Creen que basta un pequeño esfuerzo intelectual para superar ideológicamente al neoliberalismo actual. Y es falso, como ha podido sufrir en sus carnes y mente el propio Zapatero, cuando los dirigentes de derecha de todo el mundo le obligaron a arrodillarse asumiendo el credo neoliberal que ahora practica con la fe de los conversos.
Ley de la memoria histórica, desvertebración y destrucción del Estado de las Autonomías, educación a la ciudadanía, ley del aborto y la futura Ley religiosa tienen poco de socialistas y sólo han servido para crispar y despistar a la sociedad española, en vez de pensar en las consecuencias de una globalización y mundialización que ha cambiado el mundo para siempre.
Nada se ha hecho en materia de convergencia salarial, fiscal y económica con Europa, menos todavía en materia de productividad y competivividad y ahora estamos metidos por errores propios y ajenos en un callejón sin salida. Estos eran los problemas reales a los que debía dar respuesta el socialismo en vez de perder el tiempo enfrentando a los españoles y metiéndolos en batallas inútiles.
Cuando no das respuesta a las graves crisis el pueblo te manda al cementerio de los Partidos Políticos por no haber cumplido con sus mandatos.
El nivel de los políticos.
Es mucho más bajo de lo que la gente cree. Sólo hay que ver a Barranco al frente de la Comisión de la Reforma Laboral, para darse cuenta de que de esa Comisión no podía salir nada bueno. Son incapaces de darse cuenta de que el mundo en el que vivimos es preciso hacer trabajar duro al cerebro, pensando sobre temas completamente nuevos que exigen tener una formación muy amplia para poder estar a la altura de retos complejos como nunca desde el Siglo de las luces.
Estamos a punto de salir de lo que llamaríamos el periodo de lo social, como ya salimos del periodo de la política y antes del periodo de lo religioso.
"Nuestro gran asunto actual, el que acaba de llegar como un meteorito, se llama globalización o si nos gusta más, mundialización."
"Su impacto ha sido tan grande que ha provocado que la economía esté fuera de control durante más tiempo del que hubiera sido conveniente".
Esto significa que si la economía continúa en las manos de los estúpidos que nos han dirigido los últimos años, lo tenemos muy crudo. Lo social, los grandes partidos, los sindicatos ya no sirven para nada. Lo que llamábamos la gestión de la economía, ha desaparecido por incapacidad manifiesta de nuestros gobernantes. El Estado del Bienestar se está rompiendo a pedazos.
La política de nuestros políticos es política con letras minúsculas. Ha terminado siendo nada en la nada, política hecha con un ensamblaje de palabras, imágenes y sobre todo vacío que ya no es capaz de mover a nadie.
¿Cómo mover a la sociedad?
Haciendo lo contrario que los políticos. Recuperando la defensa de los derechos humanos, de la dignidad humana, dando a la verdad el espacio que le corresponde a la escala universal que permite el uso de la Web, única que tiene capacidad para mover a millones de personas.
Todo el mundo desea lo mismo: ser tratados como seres humanos que no admiten que se les humille y quieren ser respetados.
Si queremos cambiar a fondo la sociedad necesitamos de los grandes movimientos que siempre vienen de abajo, utilizando manifestaciones, movimientos de protesta en la Red o huelgas generales pacíficas a lo Gandhi.
Es la única forma de conseguir para los desempleados prestaciones dignas, acordes con el trabajo realizado y su cualificación profesional;
para los pensionistas, la forma de garantizar pensiones que les permitan una vida digna a la vejez; para todos en general, una Sanidad Pública que se financie de forma tal que paguen más los que más pueden, aún cuando reciban servicios idénticos.
Un Estado potente es fundamental para para ser libre. No es libre aquel que no sabe si a fin de mes podrá pagar su alquiler, o podrá llenar la cesta de la compra.
Si no podemos planificar nuestras vidas no podemos ser libres y difícilmente podremos participar en la vida democrática.
Las condiciones laborales actuales, con esa espada sobre nuestras cabezas que representa el Ejército de más de cinco millones de parados, son un ataque a nuestra libertad.
Los contratos temporales son otro ataque a la libertad.
No debemos olvidar nunca que en una sociedad rica se excluye a muchas personas, que se ven obligadas a llevar una vida privada de libertad .
La democracia obliga a respetar los derechos de todos, pero especialmente los de la mayoría.
Yo sostendré siempre que sólo hay democracia si las ideas y los derechos de la mayoría prevalecen. Por ello, si los salarios descienden y las pensiones se congelan, si las prestaciones por desempleo se desploman un diez por ciento, lo decida quien lo decida, sea el Gobierno o el Parlamento, o ambos conjuntamente, ya no se respetan los derechos de la mayoría y el Gobierno y el Parlamento que impulsan esas medidas han perdido su legitimidad para legislar o gobernar.
Sólo mejoraremos nuestra democracia con la protesta de todos los afectados por las políticas del Gobierno y de los partidos que lo sostienen.
HOY COMO SIEMPRE LOS MÁS VIVOS SON LOS QUE ESTÁN MAS ABAJO, LOS QUE TIENEN DERECHO A TENER DERECHOS, LIBERTAD Y DEMOCRACIA.
Una sociedad con cinco millones de parados de los que un millón y medio no recibe ninguna prestación, una sociedad con ocho millones y medios de jubilados amenazados por la congelación de sus pensiones, no es una sociedad democrática.
Una sociedad con el 43% de sus jóvenes menores de 25 años sin trabajo es una sociedad en la que no hay democracia porque no se respetan los derechos de los que están más abajo y que constituyen la mayoría absoluta del país.
El mejor instrumento para mostrar nuestro descontento: La Web
La WEB es el mejor instrumento para trasmitir la indignación frente a políticos, sindicatos y gobiernos que incumplen las promesas de sus campañas electorales, deteriorando las rentas y patrimonios de la mayoría de los ciudadanos.
A través de la fibra digital o del espacio las quejas se propagan de sujeto a sujeto. El debate y la indignación se expanden por todos los rincones del país a la velocidad de la luz, y permiten a las gentes adquirir conciencia del escándalo que suponen unos políticos que no resuelven los problemas, porque ni siquiera están preparados para entenderlos.
Es un escándalo que los políticos se hayan constituido en una casta que solo defiende sus privilegios y los Partidos políticos una especie de sectas para la defensa de sus intereses.
El conocimiento profundo y veraz de lo que ocurre a través de la Red nos permite poner en movimiento a todos los ciudadanos que quieren recuperar su dignidad y sus derechos.
Si queremos, cambiaremos todo. Echaremos de la política a los incompetentes e ignorantes carentes de sensibilidad que solo se preocupan por ellos mismos.
Cuando la clase política se renueve, los políticos volverán a escuchar la voz de los de abajo. Descubrirán que tenemos muchas cosas en común: el buen uso del razonamiento, de la técnica, de la producción y de los recursos naturales para no deteriorar el clima ni el planeta en que vivimos.
Para escuchar la voz de los de abajo y resolver sus problemas, tenemos que entender que sólo eligiendo a los mejores de entre todos nosotros es factible conseguirlo.
Hacen falta POLITICOS con mayúsculas, capaces de desarrollar ALTA POLITICA DE ESTADO para servir a los demás y no para servirse de los mismos como hacen los políticos actuales, con honrosas excepciones.
Saludos a todos, amigos de la RED.
Angel Gimeno Marín
Profesor, Economista , Ingeniero Industrial
Miembro de Greenpeace, Empresario, Máster en Economía y Alta Dirección
Ex Consejero de Economía y Hacienda Diputación General de Aragón