sábado, 22 de enero de 2011

EL SOCIALISMO DE ZAPATERO HA PERDIDO SU IDENTIDAD.




22 de enero de 2011




EL SOCIALISMO DE ZAPATERO HA PERDIDO SU IDENTIDAD.

Es imposible creer en el socialismo español

No hay quien trague con el socialismo frívolo de Zapatero, Valenciano, Zerolo, Juan Segovia, Pajín , Blanco, Tomás Gómez, Maru Menéndez y Trinidad Rollán que no es socialismo.

Como mucho, podríamos decir que es una mezcla de movimiento cívico masónico anti PP y movimiento feminista radical , dirigido por gente poco preparada y que de socialistas no tienen más que el nombre.

Tampoco creo en los socialistas del PSOE en el Congreso de los Diputados, con escasísimas excepciones. Como mucho  representan sus intereses particulares, su puesto, su sueldo y su injusta pensión .  

Puestos a defender algo ajeno, defienden los créditos de los  Bancos  de Merkel, Obama,Camerón y  Sarkozy y especialmente a los poseedores de Deuda española, sea pública o privada.  

Los socialistas  más los nacionalistas que los complementan en las votaciones en el Congreso  de los Diputados, ofrecen como resultado un Parlamento y un Gobierno que cada vez que votan en el último año, lo hacen defendiendo no los intereses del pueblo español, sino los  de  los mercados financieros internacionales.

¿Cómo creer a un  Presidente de Gobierno y su joven equipo sin preparación en el Gobierno y  en el PSOE, que con sus frivolidades y mentiras han roto, crispado  y desvertebrado  España, sumiendo a decenas de millones de españoles en una precariedad absoluta?.

Ninguno de ellos genera la menor confianza, porque no entienden lo que está pasando en el mundo.

Y si no entienden lo que pasa, mal pueden gobernar y resolver una crisis tan compleja,que ha hecho perder la esperanza a todos los españoles. 

Un partido político que no goza de la confianza mayoritaria de los ciudadanos en un país democrático y especialmente en un momento tan difícil como éste, debe recobrar la dignidad por un momento y llevar a su país a las urnas.

Cuando una organización política como la socialista,  deja a sus dirigentes perder la identidad de su partido y no se da cuenta de lo que pasa, merece entrar en el cementerio de los partidos en el que yacen olvidados todos aquellos, incluso los que en el pasado arrastraron grandes masas, pero cuya existencia dejó de tener sentido, al no entender los deseos y necesidades de sus pueblos y sus votantes.