martes, 3 de mayo de 2011

ESPAÑA EXPULSADA DE EUROPA Y DE LA MUNDIALIZACION

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3 de mayo de 2011

ESPAÑA EXPULSADA  DE  EUROPA Y  DE LA MUNDIALIZACION
La mundialización

No tengo la menor duda de que en esta España política de pandereta, muy pocos saben lo que significa este concepto, a pesar de haber sido el terremoto que ha conmovido los cimientos de la economía mundial, dejando a los Gobiernos completamente paralizados tras las crisis financieras de 1997-1998 y  la sistémica de 2007 que durará hasta 2020 si no hacemos las cosas bien.

La mundialización surge como consecuencia de la combinación de la extensión del capitalismo por el mundo en su forma industrial y la aplicación de la política americana de apertura financiera y comercial.

Corrientes comerciales a escala mundial han habido desde hace muchísimo tiempo. La mundialización es algo distinto. Centros de poder en áreas geográficas distintas con todo lo que conllevan.

CLINTON Y RUBIN CREARON CON LA GLOBALIZACION   UN NUEVO FRANKESTEIN QUE LUEGO NO PUDIERON CONTROLAR

Lo que es nuevo y cambió las reglas de juego a lo largo del periodo que va de 1985 a 1995, fue una arriesgada combinación de talibanismo liberal  financiero con un desmantelamiento aduanero generalizado tutelado por los EEUU, que puso bajo su dirección organizaciones internacionales de la importancia del FMI y el Banco Mundial, debilitando otras como UNESCO, CNUCED y OMS.

EEUU consiguió en este tiempo que desaparecieran las barreras a los movimientos de capitales en todo el mundo, salvo en China, y a la vez logró la centralización del libre cambio institucionalizado a través de la Organización Mundial del Comercio.

Sin lugar a dudas fue una victoria ideológica a corto plazo, al convencer al mundo de que la liberalización financiera era buena para todos cuando era una política al servicio de sus intereses particulares.

El siglo XXI no será el siglo americano

No saber diferenciar los objetivos a corto plazo con los desafíos a largo, propios de una realidad estratégica imperial,ha provocado que el siglo XXI, que parecía ser el siglo americano, dejara de serlo.

No creo que Clinton y Rubin se dieran cuenta realmente de lo que hacían al intentar liberalizar los movimientos de capitales a nivel mundial.

El periodo que va de 1997 a 2007 ha sido un desastre para EEUU. Las guerras de Irak y Afghanistan con la finalidad de reafirmar su poder militar han acelerado la crisis de su hegemonía económica y consecuentemente han acelerado el fracaso de lo que en 1992 considerábamos sería el siglo americano.

EEUU seguirá teniendo un peso importante en el mundo, pero la autoridad imperial que ejerció tras la caída de la URSS durante un periodo de algo menos de diez años ha desaparecido completamente.

España desvertebrada en el momento de la verdad por culpa del Estado de las Autonomías.

Se ha abierto ante nosotros un siglo de naciones y la España desvertebrada y rota de cuarenta y seis millones de habitantes, a la que nos ha dirigido inconscientemente Zapatero con su frivolidad, ignorancia  e ineptitud, debería tenerlo muy en cuenta.

Nuestro Estado de las Autonomías devora el 70% del Presupuesto total del Estado y va casi por libre. Con un par de excepciones nuestras CCAA están dirigidas por verdaderos virreyes ignorantes y despilfarradores. 

Ya hace mucho tiempo que el monstruo está moribundo. El Estado de las Autonomías, del que Giscard d´Estaing dijo que Francia no se podía permitir tanto despilfarro propio de un país rico, solo ha servido para que unas 500 personas físicas y jurídicas,  en buena medida corruptas y 400.000 personas entre  políticos, trabajadores  de Organizaciones empresariales y sindicales,  vivan a costa de las Autonomías y la Administración Central, tras convertir el Mercado Único Español en diecisiete  Mercados autonómicos, sin importarles lo más mínimo que España y la mayoría de las   Comunidades entraran en quiebra.

España debe empezar de nuevo y enterrar cuando antes el actual  Estado de las Autonomías tal cual es hoy, retornando a la Administración Central las transferencias que no debieron cederse jamás y dotándole de los recursos que precisa para poder ejercer su soberanía en el contexto que la mundialización nos ha puesto delante.

El siglo XXI va a ser un siglo político diferente al que preveíamos hace diez años

Ante nosotros se abre un siglo de naciones. Al desaparecer el imperio norteamericano, el concepto de soberanía nacional recobra su sentido. 

China y Rusia fueron los primeros en darse cuenta, pero no han sido los únicos. A Europa le toca analizar urgentemente lo que ha pasado y empezar a sacar conclusiones de lo vivido de 1991 a 2007, que comienza con la crisis financiera de 1997-1999 y el desastre de la intervención en Iraq en 2005.

Como en todos los procesos históricos, la visión clara de lo que ha sucedido se irá mostrando poco a poco a través de los efectos políticos, económicos, culturales e intelectuales que todavía están apareciendo. 


Las causas del descalabro norteamericano son muchas, pero creemos que de todas ellas podemos destacar las cinco siguientes:  

Primera.- El dominio americano sobre la economía mundial cae estrepitosamente en la crisis financiera de 1997 a 1999, que ni fue capaz de prevenir y mucho menos de impedir su expansión. 

El hundimiento de las opciones liberales en Rusia en 1998, el contagio a Iberoamérica con las crisis brasileña de 1999 y la de Argentina en 2001, debilita la hegemonía norteamericana y provoca reacciones estratégicas de los afectados e incluso no afectados, que conducen al cuestionamiento del orden político-económico, que EEUU había intentado crear desde finales de los 80.

Segunda.-La crisis del dominio ideológico que provoca la crisis financiera de 1997-1999 que acabamos de mencionar, da lugar a una fuerte oposición mundial al orden económico que había deseado montar Washington en torno a la Organización Mundial del Comercio, que desde entonces va de fracaso en fracaso. La liberalización de la Agricultura y los Servicios, ya no podrá tener lugar en los próximos años.

Tercera.- La utilización del poderío militar norteamericano simplemente con el objeto de reafirmar su poder en Kosovo e Iraq, solo han traído como consecuencia mostrar su debilidad militar y su aislamiento político internacional.

Cuarta .- El proyecto americano de debilitar a Rusia  e integrarla en su órbita de influencia ha sido otro desastre al no poder impedir su renacer como potencia soberana. Este fracaso ha dejado a EEUU desprotegido frente al surgimiento de China como potencia, que desde 1998 se acelera de forma progresiva.

Quinta .- Las crisis financieras han sido con toda seguridad la puntilla que ha acabado con la pretensión norteamericana de mantener su hegemonía económica mediante la liberalización financiera internacional.


Las consecuencias de  la falta de credibilidad de EEUU

La devaluación del baht  thailandés el 2 de julio de 1997, la devaluación del real brasileño al comienzo de 1999, a pesar de los esfuerzos del Fondo Monetario Internacional por impedirlo, demostraron la debilidad de los instrumentos existentes al servicio de los EEUU para avanzar en la liberalización financiera a escala mundial.

Las crisis asiáticas, de Rusia e Iberoamérica, se debieron a las transformaciones de los sistemas económicos y bancarios inducidos a instancias de EEUU al forzar la puesta en marcha de la liberalización financiera internacional.

La volatilidad especulativa extrema de los mercados financieros internacionales desde los años 90 hay que apuntársela en el debe de las políticas inspiradas por EEUU con la finalidad de garantizar su crecimiento económico.

Las consecuencias de estos errores, provocaron decisiones financieras proteccionistas en Malasia y Rusia, revueltas en Argentina y con toda seguridad el nacimiento de líderes como Chávez, Evo Morales y la sorprendente evolución de Rusia bajo la Presidencia de  Vladimir Putin.

Los países que pusieron en marcha políticas monetarias proteccionistas como Malasia y Chile fueron los que salieron mejor de las crisis.

EEUU puso en marcha estructuras a nivel internacional que luego fue incapaz de controlar. No puede extrañarnos que sus proyectos hegemónicos se hayan venido abajo al crear una criatura, la liberalización financiera internacional, que ha terminado devorando a su creador.

La consecuencia más seria de la crisis ha sido la apertura de un debate público a nivel internacional sobre la pertinencia de la liberalización financiera impulsada por EEUU. 

El resultado de la discusión ha sido entender sin duda alguna que el  corazón del problema de la mundialización fue la desregulación del movimiento de capitales a corto plazo. Y una buena parte de la solución será volver a regular estrictamente estos movimientos de capitales a corto, digan lo que digan los mercados financieros.

Otra consecuencia importante provocada por la falta de respuesta adecuada a las crisis monetarias mencionadas, fue el cambio de estrategia económica por parte de los países industrializados de Asia. Estos países al ver con claridad la incapacidad norteamericana para controlar el espacio financiero mundial, han hecho lo posible por desendeudarse lo más rápido que han podido, para alejarse de su exposición al riesgo financiero internacional.

Y lo han hecho reduciendo de manera urgente su consumo interior y poniendo en marcha políticas de exportación muy agresivas que han tenido éxito.

Podemos considerar que en los años que van del 2000 al 2010 el comercio internacional de los países asiáticos, Rusia y algunos países iberoamericanos sufre un giro depredador, de forma tal que mientras EEUU y EUROPA continuaban aumentando su deuda exterior e interior, ellos por el contrario se convertían en prestamistas internacionales y disminuían su deuda externa.

Y de ahí nuestros problemas actuales de desempleo insoportable. 

El totum revolutum actual

Dando un salto en el tiempo, lo que está ocurriendo hoy día es que EEUU, Canadá, Brasil, Argentina y Perú entre otros, tratan de defender sus posiciones devaluando sus monedas, para convertirse en nuevos depredadores en el mercado internacional, provocando inevitablemente confrontaciones de entre las cuales podemos destacar la existente entre China y EEUU, que puede acabar como el rosario de la aurora.

No es nueva esta situación, pues repite esquemas proteccionistas vividos en los años 30 que condujeron a la gran depresión.

Curiosamente Europa parece estar en el guindo, al margen de estos movimientos, viendo como se aprecia el euro frente a todas las monedas importantes del mundo, sin que la Unión Europea haga lo más mínimo por corregir una situación que junto a las medidas de reducción generalizada del déficit nos lleva inevitablemente a una gran recesión europea con los subsiguientes problemas de aumento del desempleo y reducción del Estado de Bienestar en todos los países de la Unión.

Si a esto añadimos la defensa irracional del euro por el Banco Central Europeo y la Unión Europea dirigida ideológicamente por Alemania, sacrificando cualquier objetivo que no sea el de la reducción del Déficit y la Deuda en todos y cada uno de los países europeos importantes, podemos deducir que vienen tiempos muy difíciles y duros  para Europa, que terminarán chocando de forma violenta con los deseos de los ciudadanos. Y si no al tiempo.  

España ante el tsunami de la mundialización

Es preocupante la parálisis progresiva de España como nación  y más todavía  observar que ya no pintamos nada en Europa y menos en el mundo.

Buena parte de este deterioro es culpa nuestra, por haber facilitado a Zapatero   que  llegara  a ser Presidente del Gobierno sin tener la menor preparación para serlo, y menos para representar a España en los foros internacionales.

No hay ni un sólo Presidente de Gobierno del mundo cualquiera que sea su pensamiento ideológico, que tome en serio a Zapatero.

Nuestros políticos son un verdadero desastre, con algunas pocas excepciones, puesto que no han entendido ni se han molestado en entender  los cambios que la mundialización ha introducido a nivel mundial, provocando un verdadero tsunami económico a nivel internacional.

Pero no nos engañemos. Si solo tuviéramos la cruz de Zapatero y su Gobierno,  todo tendría fácil arreglo. Basta con sacarlo del Gobierno con mil manifestaciones pacíficas, o bien no votándolo nadie en unas elecciones.

Tenemos más problemas. La inteligencia económica y periodística española están  sesteando y en vez de movilizar a los españoles planteando la crudeza de los problemas que tenemos , dan la impresión de estar tan alejados de la realidad como ellos.

España es como un tren de alta velocidad  sin frenos, sin nadie en la cabina de mando.

Todas las preocupaciones de unos y otros están en la reducción del déficit y la Deuda, con un plan B o sin él, para cumplir los objetivos impuestos a España por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, todavía a estas fechas controlado por los Estados Unidos de América. 

Esto y nada, dará lugar a que España sea reestructurada la griega, con un plan de ajuste de caballo,  y una de sus consecuencias el desmantelamiento de buena parte del Estado de las Autonomías, lo que será bueno par España como nación soberana. 

Si aprovechamos para reformar nuestra Constitución y recuperar la democracia y libertad perdidas, bienvenida sea la intervención de la Unión Europea. 

Los cambios que se están produciendo en el mundo y a los que debemos adaptarnos

En el periodo de la salida temporal de España  del euro, el cambio más importante que irá produciéndose en muchos países del mundo y  que ya está iniciado, es la modificación del régimen de crecimiento.

Se pasará  de estrategias de crecimiento agresivas basadas en las exportaciones y reducción del consumo interior,  a una dinámica de desarrollo de los  mercados interiores de los nuevos actores importantes : China, India y Brasil.

Veremos más bien antes que después,  una estructura de consumo más económica en lo que a la energía se refiere y menos generadora de residuos y todo esto a lo largo de un periodo bastante prolongado.

Los países que eligieron la estrategia depredadora, es decir políticas potenciadoras de exportaciones a base de reducir el consumo interno de sus ciudadanos, lo han hecho con una lógica coherente, como  consecuencia de la crisis financiera de 1997-1999.

Sin duda alguna, el  sistema financiero internacional actual, así como el  sistema comercial mundial  que hoy tenemos,son los responsables  de estas estrategias depredadoras de los mercados exteriores ya que son las  que menos dificultades ofrecen.

China  que ha crecido  a toda velocidad con esta estrategia  va a terminar chocando  contra sus propios límites, al igual que le ocurrirá a India  no mucho más allá de los próximos siete años.   

Si todos los países que pueden hacerlo, actuaran como China,  antes de lo que parece se produciría  una conmoción mundial que obligaría  a todo el mundo a practicar políticas defensivas, vía devaluaciones monetarias o mediante la aplicación de aranceles proteccionistas.

La guerra de las monedas puede cortar la débil  recuperación económica en la que nos encontramos EEUU y Europa. 

Esto es lo que ocurrió en el periodo que siguió al crack del 29, no resolvió ninguno de los problemas existentes, y terminó con el final  de la Segunda Guerra Mundial.

Si las  barreras que denuncia el FMI, se generalizaran en Iberoamérica, Norteamérica  y Asia   acelerarían  el giro hacia el  nuevo régimen de crecimiento económico del que hablábamos al principio de este apartado.

La desintegración del orden monetario internacional 

La crisis que está viviendo el dólar es una crisis estructural. Muy pronto los diferentes fondos de inversión sean públicos o privados  abandonarán el dólar.

El riesgo que está viviendo la zona euro  en estos momentos  incapacitada orgánicamente para tomar decisiones rápidas es de una magnitud que asusta a corto plazo.

Un  tipo de cambio para el euro de 1,49 dólares, es insoportable incluso para Alemania y supondría el hundimiento de una buena parte de la industria europea si este tipo de cambio se prolonga en el tiempo.

Los fondos soberanos y privados no van a tener otro remedio que invertir en la zona euro o en sus países de origen, hasta dónde les sea posible, con  consecuencias nefastas  para la competitividad de las empresas de  los países de la zona euro. 

¿Qué hará la incapaz Comisión Europea ante este problema de absorción de capitales que rompe con su cultura neoliberal?

Nos tememos que como siempre nada.

La multipolaridad monetaria y geoestratégica

Es inevitable que el orden monetario mundial tras la crisis del dólar va a cambiar radicalmente . Una multipolaridad monetaria aparecerá al igual que habrá una multipolaridad  geoestratégica .

En principio podemos vislumbrar como interesante para nosotros , una zona monetaria con Rusia,que podíamos denominar Eurasia, otra en la zona dólar, otra en Iberoamérica  y otra asiática, sin descartar otras.

El Fondo Monetario Internacional, tal como quería utilizarlo EEUU, será imposible que sobreviva. Como mucho puede ser un organismo de asesoramiento y consulta. 

La multipolaridad monetaria, sin embargo  exigirá la creación de Fondos Monetarios en cada zona monetaria yuxtapuestos a Bancos Regionales, que sustituirían regionalmente el papel  que dejó de realizar el Banco Mundial por decisión de los EEUU.

Multipolaridad monetaria y regímenes de crecimiento económico centrado en el desarrollo de mercados interiores con grandes poblaciones,  forzarían la desaparición de organismos como la Organización Mundial del Comercio, que ha sido incapaz de funcionar y llegar acuerdos importantes en las últimas cumbres.

En un contexto así, el comercio internacional, con la excepción del de materias primas iría disminuyendo rápidamente .

Las instituciones actuales de regulación mundial quedarían obsoletas, con la excepción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas , que podría convertirse en una institución de última instancia para la  legitimación de las controversias  entre las distintas zonas monetarias. 

Si EEUU intenta querer perpetuar una hegemonía para la que no dispone de medios económicos suficientes, lo único que conseguirá es retrasar el desmantelamiento de instituciones que ya no dan solución a los problemas que el multilateralismo exige.

Seguir intentando  mantener la instituciones de los 90, lo único que conseguirá es que la crisis económica y política actual sea más larga, dolorosa y peligrosa, para todos y especialmente para EEUU y la actual Europa. 

Saludos 


Angel Gimeno Marín
Profesor,Ingeniero,Economista
Empresario,Máster  en Economía y Alta Dirección
Miembro de Greenpeace y del Partido Popular de Madrid
Ex Consejero de Economía y Hacienda de la Diputación General de Aragón