viernes, 11 de febrero de 2011

La UNION MONETARIA EUROPEA NO PUEDE FUNCIONAR PEOR

EL BCE SOSTIENE A LISBOA

La UE confía en retrasar el rescate de Portugal hasta la cumbre de marzoEl BCE compra de nuevo deuda lusa para alejar el riesgo de intervención. Bruselas quiere diferir el rescate al menos hasta la próxima cumbre europea.

2011-02-10

M. Llamas

El mercado de deuda portuguesa ha registrado esta mañana una nueva jornada de alta tensión, disparando así nuevamente el riesgo inminente de rescate, tras las últimas semanas de calma. La rentabilidad de la deuda pública lusa a diez años subió hasta el 7,63% en el mercado secundario, un nuevo máximo histórico desde la entrada en el euro.



En concreto, la presión sobre los bonos lusos a diez años se incrementó en más de dos décimas, del 7,41% al 7,63%, un nivel crítico. No obstante, el propio ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira dos Santos, reconoció el pasado mes de octubre que si la penalización de su deuda soberana sobrepasaban la barrera psicológica del 7%, el país corría el riesgo de tener que solicitar el rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).







No fue el único. Desde entonces, el Gobierno luso ha negado una y otra vez la necesidad de ayuda internacional para evitar la quiebra, pero el pasado enero la economista y administradora del Banco de Portugal, Teodora Cardoso, advertía ya de que la ayuda de la UE y el FMI sería "inevitable" en caso de que la rentabilidad de la deuda soberana se mantuviese en esos niveles -superiores al 7%-, momento a partir del cual el coste de financiación es inasumible para los países más débiles de la zona euro, los famosos PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), tal y como aconteció anteriormente con Grecia e Irlanda.



El último episodio de alta tensión que sufrió Portugal aconteció a principios de enero. Sin embargo, la situación fue entonces solventada gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE). El organismo que dirige Jean Claude Trichet salvó a Portugal del rescate gracias a una importante compra de bonos lusos en una subasta que el mercado calificó de crítica.



El BCE vuelve a comprar bonos



La operación acaba de repetirse este jueves. A final de la sesión, la rentabilidad del bono portugúes caía hasta el 7,33% (un nivel sólo dos centésimas superior al cierre del día anterior), tras haber tocado máximos. Los operadores del mercado coinciden que esta caída se debió a la compra de bonos lusos por parte del BCE. Según fuentes consultadas por Bloomberg, la entidad se centró en adquirir bonos lusos a 5 años, tras dos semanas sin efectuar compras.







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El diferencial entre la deuda portuguesa y alemana a 10 años bajó hasta los 381 puntos, tras rozar los 420 en las primeras horas de la sesión. De este modo, el BCE ha retomado su programa de compras de bonos periféricos para alejar nuevamente de Portugal la sombra del rescate internacional.



Las autoridades comunitarias confían en retrasar esta decisión hasta la cumbre europea, prevista para el próximo 11 de marzo. Una cita clave, tal y como advierte Société Générale, ya que será ahí donde los líderes de la UE tienen previsto modificar el actual Fondo de rescate europeo, dotado con 750.000 millones de euros. Los gobiernos de la zona euro llevan varias semanas negociando ampliar la capacidad del actual Fondo para conceder créditos a los países en apuros, al tiempo que flexibilizan su uso con el fin de que también pueda adquirir bonos públicos periféricos, en sustitución del BCE.



Hasta que se produzca dicha reunión, Bruselas confía en que el BCE vaya paliando la tensión de la deuda lus mediante intervenciones (compras) puntuales. Es decir, que hasta que se tome una decisión definitiva respecto al rescate será Trichet el encargado de apagar los fuegos que vayan surgiendo.



Así, preguntado sobre el problema luso, el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, ha señalado que la Comisión Europea (CE) "no comenta desarrollos de los mercados de deuda en particular, y sobre todo a corto plazo". El Gobierno de Lisboa ya ha adoptado "medidas muy importantes para restablecer una mayor confianza de los mercados en la economía portuguesa" que "van en la buena dirección".



Sin embargo, admitió que "persisten incertidumbres y nerviosismo en los mercados y en este sentido es importante también que se complete lo antes posible la respuesta de la zona euro a la crisis de la deuda. Esto también contribuirá a restablecer la confianza de los mercados", dijo el portavoz al ser preguntado por si el retraso en la ampliación del fondo de rescate es la causa de los problemas de Portugal.



Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE tienen previsto adoptar en dicha cumbre un plan global para hacer frente a la crisis de deuda en la eurozona. El retraso obedece a la exigencia de Alemania de aprobar antes un Pacto de Competitividad que incluya nuevos ajustes, tales como desligar los salarios de la inflación, retrasar la edad de jubilación, armonizar los impuestos y, en definitiva, avanzar hacia un Gobierno económico europeo.



¿Aguantará Portugal hasta entonces? El calendario de la deuda lusa apunta a que sí. Las citas clave del Gobierno luso para captar la financiación que precisa tendrán lugar el próximo abril y, sobre todo, junio, tal y como muestra el siguiente gráfico de Nomura. Es decir, justo después de la cumbre europea.