martes, 1 de febrero de 2011

A medida que las tensiones entre los países se incrementen, podríamos ver un mayor proteccionismo, comercial y financiero. Y a medida que las tensiones dentro de los países se incrementen, podríamos ver una mayor inestabilidad social y política dentro de las naciones (...) incluso guerra"

'REGRESAN LOS DESEQUILIBRIOS DE ANTES DE LA CRISIS'
El FMI advierte de que el paro actual dejará una 'generación perdida' para toda la vida
  • Strauss-Kahn: Esta juventud sufrirá siempre 'peores empleos' por la crisis
  • El proteccionismo y las tensiones económicas pueden desembocar en guerras
Actualizado martes 01/02/2011 08:41
1296546098_0.jpg
Dominique Strauss-Kahn. | Reuters
ELMUNDO.es | Reuters
Singapur.- "Nos enfrentamos a la perspectiva de una 'generación perdida' de gente joven, destinada a sufrir durante toda su vida de peores empleos y condiciones sociales". Esta es una nueva advertencia del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien asegura que "el patrón de desequilibrios globales anterior a la crisis está reemergiendo".
La macroeconomía mundial ha mejorado en los últimos meses, pero problemas como el alto desempleo y la inflación pueden avivar el proteccionismo comercial y la agitación social violenta, advierte el FMI.
La recuperación viene de los países emergentes, pero regiones como Europa y Norteamérica aún sufren fuertes tasas de desempleo, y todavía puede empeorar: en la próxima década, 400 millones de jóvenes se incorporarán al mercado laboral en todo el mundo.
En el horizonte, la guerra
El encarecimiento de los alimentos y los combustibles ha golpeado con especial fuerza a los países más pobres, siendo una de las claves tras las protestas masivas en Egipto y en Túnez, cuyo presidente fue derrocado el mes pasado.
Por su parte, la preocupación sobre la deuda en los países desarrollados también se ha incrementado en los meses recientes, con la agencia Standard & Poor's rebajando la calificación de Japón y Moody's advirtiendo que podría colocar un pronóstico negativo sobre Estados Unidos.
"El crecimiento en economías con grandes déficits externos, como Estados Unidos, está siendo impulsado por la demanda doméstica. Y el crecimiento en economías con grandes superávits externos, como China y Alemania, aún está siendo impulsado por las exportaciones", declaró Strauss-Kahn.
"A medida que las tensiones entre los países se incrementen, podríamos ver un mayor proteccionismo, comercial y financiero. Y a medida que las tensiones dentro de los países se incrementen, podríamos ver una mayor inestabilidad social y política dentro de las naciones (...) incluso guerra", agregó.

Me pido lo mismo para cuando España entre en quiebra.La quiebra de Grecia tendrá quitas del 35% y aplazamiento de pagos 30 años.

martes 1 de febrero de 2011

Me pido lo mismo para España.La quiebra de Grecia tendrá quitas del 35% y aplazamiento de pagos

Bruselas, el FMI y el BCE ultiman la quiebra de Grecia con quitas del 35% Grecia pronto será el primer país de la zona euro en suspender pagos. La UE, el FMI y el BCE barajan quitas del 35% y aplazar pagos. 

DEVOLUCIÓN DEL RESCATE EN 30 AÑOS
Bruselas, el FMI y el BCE ultiman la quiebra de Grecia con quitas del 35%
Grecia pronto será el primer país de la zona euro en suspender pagos. La UE, el FMI y el BCE barajan quitas del 35% y aplazar pagos.


• La UE y el FMI sopesan conceder un crédito preventivo a España
• Los inversores sentencian: la eurozona se resquebrajará en cinco años

2011-02-01

M. LLAMAS
Todo indica que Grecia se convertirá pronto en la historia de una quiebra anunciada. El plan de rescate internacional acordado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado mayo para evitar la caída (default) del país heleno mediante un crédito extraordinario de 110.000 millones de euros ha fracasado. Ya entonces algunos analistas advirtieron que esta medida no solventaría la crisis de deuda pública que sufría Atenas. Ahora, casi medio año después, son las autoridades internacionales las que asumen dicho diagnóstico.
Hace un par de semanas la prensa germana filtraba que el Gobierno de Angela Merkel ya trabajaba seriamente en un plan de reestructuración para Grecia, en el que los acreedores de la deuda helena tendrían que acabar aceptando pérdidas y algún tipo de retraso en los plazos de pago por parte del Gobierno griego. Tales informaciones parecen ahora confirmarse tras las negociaciones a puerta cerrada mantenidas entre Atenas y las autoridades internacionales durante la celebración del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) celebrado el pasado fin de semana.
La UE, el FMI y el BCE coinciden en que la restructuración helena (suspensión de pagos parcial y negociada) es inevitable. Poco a poco se van conociendo nuevos detalles del plan, que gira en torno a tres ejes básicos: una quita próxima del 35% a los tenedores de deuda pública (acreedores), que se llevaría a cabo mediante un intercambio voluntario de bonos al 65% de su valor nominal; la inyección de nuevos fondos extraordinarios por parte de Bruselas y el FMI; pero, eso sí, a un tipo de interés menor al exigido actualmente y la extensión del plazo de devolución a 30 años.
Y todo, ello, a cambio de una monitorización casi permanente de la economía griega por parte de las autoridades comunitarias. Es decir, el protectorado europeo que en la actualidad rige Grecia se extendería durante años. El Gobierno heleno se vería sometido a un nuevo programa de austeridad y profundas reformas a fin de consolidar su economía y así poder devolver lo que debe.
La medida recuerda mucho al famoso Plan Brady de reestructuración aplicado a los países latinoamericanos a finales de los años 80. Una medida que, por cierto, ya fue avanzada por el ex economista jefe del FMI Kenneth Rogoff.
En esencia, la idea que barajan en estos momentos las autoridades internacionales consiste, básicamente, en aplicar un intercambio de bonos. Grecia podría recomprar su propia deuda pública haciendo uso del Fondo de rescate europeo, pero a un precio muy inferior al inicial (al 65% del valor nominal de los bonos). Los acreedores contarían así con la posibilidad de cambiar un bono muy arriesgado, cuyo cobro no está asegurado en ningún caso, por otro que cuenta con el respaldo de la zona euro, pero asumiendo una pérdida (quita) próxima al 35% de su valor nominal.
De este modo, haciendo uso del dinero del rescate, Atenas podría reducir en casi un tercio el monto total de su deuda pública (fijado en unos 330.000 millones de euros), al tiempo que los inversores podrían recuperar hasta el 65% del valor de unos bonos que, en la actualidad, se han depreciado más de un 70% en el mercado de deuda.
Asimismo, la UE contemplaría la posibilidad de retrasar la devolución del dinero del rescate, tanto en el caso de Grecia como en el de Irlanda, hasta un máximo de 30 años (la ampliación de plazos ya fue discutida recientemente), así como aplicar un tipo de interés inferior al actual (algo superior al 5%).
A cambio, Atenas se vería sometida a una intervención económica sine die. El plan de rescate del pasado mayo imponía un duro plan de ajuste por un período de tres años. La reestructuración, sin embargo, lo extendería de forma indefinida y, además, Grecia podría ser obligada a adoptar una enmienda constitucional para limitar el déficit y la deuda pública por ley, similar pues a la que rige en Alemania.

Me pido lo mismo para España.La quiebra de Grecia tendrá quitas del 35% y aplazamiento de pagos

Bruselas, el FMI y el BCE ultiman la quiebra de Grecia con quitas del 35% Grecia pronto será el primer país de la zona euro en suspender pagos. La UE, el FMI y el BCE barajan quitas del 35% y aplazar pagos. 

DEVOLUCIÓN DEL RESCATE EN 30 AÑOS
Bruselas, el FMI y el BCE ultiman la quiebra de Grecia con quitas del 35%
Grecia pronto será el primer país de la zona euro en suspender pagos. La UE, el FMI y el BCE barajan quitas del 35% y aplazar pagos.


• La UE y el FMI sopesan conceder un crédito preventivo a España
• Los inversores sentencian: la eurozona se resquebrajará en cinco años

2011-02-01

M. LLAMAS
Todo indica que Grecia se convertirá pronto en la historia de una quiebra anunciada. El plan de rescate internacional acordado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado mayo para evitar la caída (default) del país heleno mediante un crédito extraordinario de 110.000 millones de euros ha fracasado. Ya entonces algunos analistas advirtieron que esta medida no solventaría la crisis de deuda pública que sufría Atenas. Ahora, casi medio año después, son las autoridades internacionales las que asumen dicho diagnóstico.
Hace un par de semanas la prensa germana filtraba que el Gobierno de Angela Merkel ya trabajaba seriamente en un plan de reestructuración para Grecia, en el que los acreedores de la deuda helena tendrían que acabar aceptando pérdidas y algún tipo de retraso en los plazos de pago por parte del Gobierno griego. Tales informaciones parecen ahora confirmarse tras las negociaciones a puerta cerrada mantenidas entre Atenas y las autoridades internacionales durante la celebración del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) celebrado el pasado fin de semana.
La UE, el FMI y el BCE coinciden en que la restructuración helena (suspensión de pagos parcial y negociada) es inevitable. Poco a poco se van conociendo nuevos detalles del plan, que gira en torno a tres ejes básicos: una quita próxima del 35% a los tenedores de deuda pública (acreedores), que se llevaría a cabo mediante un intercambio voluntario de bonos al 65% de su valor nominal; la inyección de nuevos fondos extraordinarios por parte de Bruselas y el FMI; pero, eso sí, a un tipo de interés menor al exigido actualmente y la extensión del plazo de devolución a 30 años.
Y todo, ello, a cambio de una monitorización casi permanente de la economía griega por parte de las autoridades comunitarias. Es decir, el protectorado europeo que en la actualidad rige Grecia se extendería durante años. El Gobierno heleno se vería sometido a un nuevo programa de austeridad y profundas reformas a fin de consolidar su economía y así poder devolver lo que debe.
La medida recuerda mucho al famoso Plan Brady de reestructuración aplicado a los países latinoamericanos a finales de los años 80. Una medida que, por cierto, ya fue avanzada por el ex economista jefe del FMI Kenneth Rogoff.
En esencia, la idea que barajan en estos momentos las autoridades internacionales consiste, básicamente, en aplicar un intercambio de bonos. Grecia podría recomprar su propia deuda pública haciendo uso del Fondo de rescate europeo, pero a un precio muy inferior al inicial (al 65% del valor nominal de los bonos). Los acreedores contarían así con la posibilidad de cambiar un bono muy arriesgado, cuyo cobro no está asegurado en ningún caso, por otro que cuenta con el respaldo de la zona euro, pero asumiendo una pérdida (quita) próxima al 35% de su valor nominal.
De este modo, haciendo uso del dinero del rescate, Atenas podría reducir en casi un tercio el monto total de su deuda pública (fijado en unos 330.000 millones de euros), al tiempo que los inversores podrían recuperar hasta el 65% del valor de unos bonos que, en la actualidad, se han depreciado más de un 70% en el mercado de deuda.
Asimismo, la UE contemplaría la posibilidad de retrasar la devolución del dinero del rescate, tanto en el caso de Grecia como en el de Irlanda, hasta un máximo de 30 años (la ampliación de plazos ya fue discutida recientemente), así como aplicar un tipo de interés inferior al actual (algo superior al 5%).
A cambio, Atenas se vería sometida a una intervención económica sine die. El plan de rescate del pasado mayo imponía un duro plan de ajuste por un período de tres años. La reestructuración, sin embargo, lo extendería de forma indefinida y, además, Grecia podría ser obligada a adoptar una enmienda constitucional para limitar el déficit y la deuda pública por ley, similar pues a la que rige en Alemania.