26 -11-2010
Los españoles somos responsables de que sean intervenidas a lo bestia por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea,la Administración Central del Estado y todas las Comunidades Autónomas menos una.
Introducción
No seáis tan inocentes como para pensar que solo será intervenida la Administración Central del Estado.
Serán intervenidas todas las Comunidades Autónomas, menos la de Madrid, que ha sido la única que ha entendido las palabras "ahorro" y "austeridad".
Y va a ser muy duro amigos, porque la Fiesta del despilfarro y el robo premeditado se ha equivocado.
Lo de que las Comunidades Autónomas acercaban la gestión al ciudadano ha sido una de las más grandes mentiras para dar puestos de trabajo a dedo y adjudicar contratos siempre a los mismos amigos corruptos que pagaban comisiones .
Y qué decir de las recalificaciones municipales en toda España. Lo de Gil en Marbella fue la puntita del iceberg.
Es la hora de auditar los diez últimos años de todos los ayuntamientos de España, con pocas y honrosas excepciones y empezar a procesar a todos aquellos que se hayan lucrado en el ejercicio de la actividad política.
El peor momento económico de España incluido el periodo de la Guerra Civil
España vive uno de los momentos más difíciles de su Historia, mucho peor que el de la transición a la democracia, ya que hay una confluencia de múltiples crisis: financiera, económica, ecológica, autonómica e incluso social y política.
Los ritmos de estas crisis y los tamaños de las mismas son muy diferentes entre sí, pero lo peor de todo es que amplifican sus efectos. España, tras entrar en el euro, y precisamente por ello, junto a una financiación alocada, se dejó llevar en volandas sin fijar un destino concreto pensando que había entrado en la sociedad de la opulencia y que no necesitaba ningún tipo de reformas.
Las consecuencias de tanta insensatez política son trágicas en el momento actual. La sociedad española está intranquila y con razón, al ver la fragilidad de su estructura productiva, que ha quedado diezmada, la mediocridad de sus políticos y sus inútiles debates y sobretodo la desesperanza ante la impresión de que no se hace nada para adaptar el Estado que nos dimos en la transición a esta nueva etapa y sacar a España de la megacrisis en la que está metida.
Políticos e interlocutores sociales no se han dado cuenta todavía de que esperar a que la solución venga de fuera no tiene sentido, y mientras tanto la situación económica, institucional y política se deteriora a una velocidad de vértigo.
Los sectores que tiraban de nuestra economía se han venido abajo
Turismo, construcción y sector del automóvil, más autónomos y pymes ligados a ellos se han hundido y no se ve por ningún lado los sectores que los sustituyan.
Lo peor es el sentimiento de pérdida de confianza en el futuro económico y político del país.
Más de un 80% de la población desconfía de la capacidad de nuestros políticos para sacarnos de una crisis económica que está cambiando las reglas del sistema económico y que da la impresión de que va a durar décadas.
El pueblo español está harto de la mediocridad e incapacidad que muestran Gobierno, organizaciones empresariales y sindicatos a la hora de afrontar los problemas de todos.
Si un cambio de Gobierno permitiera ver la luz y empezaran a resolverse los problemas, la gente no estaría crispada. Pero están asustados ante la velocidad y el tamaño de la crisis financiera y sistémica que lo condiciona todo.
Y cuando la gente considera que está en un callejón sin salida se vuelve violenta. Tengámoslo en cuenta.
La bifurcación de caminos en la que se encuentra España
Hemos llegado a un punto del camino en que hay que elegir por dónde quiere o puede marchar el país.
Está cada día más claro que el Estado de las Autonomías se ha convertido en una pesadilla infinanciable, que hace nuestra crisis completamente diferente de la de todos los países de Europa.
El sistema educativo ha ido perdiendo calidad hasta el punto de dificultar el sostenimiento del nivel de vida de sus ciudadanos.
Las Reformas emprendidas en el mercado laboral son insuficientes, manteniendo la dualidad del mercado de trabajo.
La Opinión pública es consciente de que estamos ante un momento crítico en el que el país debe elegir su camino de nuevo, igual que hizo en la Transición, pero no ve líderes políticos, sociales o empresariales que le indiquen hacia dónde moverse, con que instrumentos políticos y con una definición de objetivos que el pueblo entienda, asuma y defienda con calor.
La carencia de liderazgo
Desde hace muchos años el Partido Político que gobierna y sus dirigentes se han desconectado completamente de la sociedad.
Llevo once meses clamando en la soledad que los dirigentes del PSOE echen a Zapatero del Gobierno antes de que hunda a España y a su propio partido.
Hasta que no vean su propio entierro ,no se darán cuenta del daño que han hecho a España y los españoles.
La mediocridad ha invadido los puestos de responsabilidad en el Gobierno y todos los cargos políticos son elegidos a dedo por sus dirigentes valorando más su sumisión que la valía de los elegidos, incapaces de entender los cambios que se están produciendo en el mundo.
La sociedad hace mucho tiempo que se desentendió del proceso degenerativo de la democracia española .
El resultado es de todos conocido: No hay día que no surjan nuevos casos de corrupción, barbaridades urbanísticas, financiaciones irregulares de los Partidos y debates en el Parlamento que asquean a la gran mayoría de los ciudadanos.
La ineptitud ha llegado a extremos tan exagerados que el Gobierno dirigido por el gobernante más frívolo,inepto y malvado de toda la Historia de España, es incapaz de captar las preocupaciones de la sociedad, el impulso que esta necesita y convertirlo en iniciativas políticas.
EL Gobierno español ha contagiado su parálisis al poder judicial al legislativo y a todas las Comisiones que regulan los mercados importantes.
Libertad de elegir
Llegados aquí no nos queda otra que elegir. Todo lo malo que podía llegar a este otoño de 2010 lo tenemos delante: más paro, menos crecimiento y un Estado al borde de la quiebra, que será intervenido cuando lleguen los primeros fríos de enero.
No hay institución básica que no esté en crisis. Sin embargo, nuestros políticos gobernantes actúan como si viviéramos en la década 1997-2007, una década en que vivimos el sueño de ser ricos sin serlo.
Mucha culpa de lo que nos pasa la tiene la Europa que nos financió buena parte del despilfarro de nuestros Ayuntamientos, Empresas Públicas, Comunidades Autónomas y Entidades Financieras.
Nuestro Gobierno va detrás de los acontecimientos y así pretende seguir hasta las elecciones de 2012. Está loco. Es imposible que dure tanto tiempo. No sabe de que va la crisis y mucho menos sacarnos de ella.
Pues bien, nos queda la capacidad de elegir. Nuestra sociedad será como queramos que sea. Si lo que tenemos no funciona, podemos cambiar nuestras instituciones y la misma Constitución que nos dimos en 1978.
Nada ni nadie puede dificultarnos acabar con un Gobierno que está gestionando tan pésimamente la crisis.
Nada nos impide volver a construir una sociedad nueva, que preserve la libertad y la democracia, porque ni somos libres ni nuestra democracia funciona.
Si deseamos una sociedad en la que la libertad y el derecho a un puesto de trabajo sea algo normal, y que los intereses de la mayoría se respeten, no nos queda otro remedio que poner al Estado al servicio de los españoles y convertirlo en nuestro servidor y no en nuestro amo.
Y así es como lo debemos ver nosotros, los españoles de buena fe, que anteponemos los intereses de todos antes que los de unos cuantos ineptos que viven a costa nuestra y que son incapaces de resolver nuestros problemas.
Las elecciones catalanas, un buen momento para castigar culpables
El domingo tienen los catalanes la oportunidad de comenzar la regeneración de Catalunya y España, castigando al Tripartito, causante sino de toda, de buena parte del hundimiento de todos los pueblos de España.
Saludos a todos
Angel Gimeno Marín
Profesor, Economista, Ingeniero Industrial,
Miembro de Greenpeace España
Empresario, Máster en Economía y Alta Dirección
Ex Consejero de Economía y Hacienda Diputación General de Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario