viernes, 17 de diciembre de 2010

SI ESPAÑA CAE PUEDEN CAER TODOS LOS COMPROMISOS DE MERKEL

PROBABILIDAD DE QUIEBRA DEL 25%
Merkel tiene un billón de razones para temblar con Zapatero
España cuenta ya con una probabilidad de quiebra del 25%. El país está en el punto de mira del mercado y el pánico se resume en una sola cifra: la exposición de la banca internacional a España roza el billón de dólares.
M. LLAMAS
La tensión se acrecienta en el mercado de deuda pública española. El Tesoro Público adjudicó el jueves 2.401,14 millones de euros en obligaciones a diez y quince años, pero para ello tuvo que ofrecer el mayor tipo de interés desde 1997. En concreto, el Tesoro colocó 1.782,47 millones de euros en obligaciones a diez años con un interés marginal del 5,485%, por encima del 4,632% anterior de la anterior puja. Según Barclays, España alcanzará su punto de inflexión (insolvencia) en caso de que la rentabilidad de los bonos a 10 años alcance el 7%, apenas un punto y medio porcentual por encima del nivel actual.
La presión se vive, igualmente, en la emisión de deuda a corto plazo. En la última subasta de este tipo, el Tesoro colocó 2.513 millones de euros en letras a 12 y 18 meses pagando un 40% más respecto a la subasta anterior. Señal inequívoca de las dudas que tienen los inversores hacia la solvencia española.
El problema es que, tal y como se viene advirtiendo desde hace meses, "España es demasiado grande para ser rescatada". Por ello, la singular crisis que sufre la economía nacional amenaza con hacer que tiemblen los cimientos mismos de la Unión Monetaria (euro). "España es el agujero de Europa".
Pero, ¿por qué preocupa tanto España? El pánico de Alemania (principal acreedor de España y mayor contribuyente de la UE) y el Banco Central Europeo (BCE) hacia un posible default español se resume a la perfección en el siguiente gráfico.
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La exposición del sistema financiero internacional a la deuda (pública y privada) de España asciende a un total de 989.800 millones de dólares, según los últimos datos actualizados del Banco Internacional de Pagos (BIS). Es decir, los acreedores tienen casi un billón de razones para tener miedo. Y es que, tal y como reza el dicho, "si debes un millón de dólares al banco tienes un problema, pero si debes mil millones el problema lo tiene el banco".
Por eso, la quiebra (quitas y aplazamiento de pagos) de España amenaza con poner de rodillas a buena parte de la banca alemana y francesa, tal y como refleja el siguiente ranking de acreedores foráneos: Alemania (216.000 millones de dólares), Francia (201.300 millones), Gran Bretaña (136.500) y EEUU (172.800). De ahí, el pánico que padece el mercado a la quiebra española.
El siguiente gráfico resume de forma visual la deuda externa de España, tanto por países como por sectores:
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Fuente: elblogsalmon
Tal y como evidencian los datos, el mayor problema financiero de España radica en su elevado endeudamiento privado: el sector privado debe al exterior casi 360.000 millones, la banca 255.300 millones, los derivados financieros (CDS, seguros de impago) ascienden a 263.100 millones, mientras que la deuda del sector público se sitúa en 111.200 millones. Así, el 89% de la deuda externa es privada.
Deuda pública
Pese a ello, los planes de estímulo (Plan E) y el aumento del gasto en el que ha incurrido el Gobierno socialista, unido al desplome de los ingresos tributarios como resultado de la crisis, han generado un agujero histórico en las cuentas públicas (déficit superior al 11% del PIB).
Además, destaca sobremanera el sustancial incremento de la deuda pública que se registra desde 2007. El saldo vivo de la deuda pública se ha disparado un 75% en los tres últimos años hasta alcanzar los 543.000 millones de euros en 2010, la mayor cantidad de su historia. La deuda del Estado, excluyendo autonomías y ayuntamientos (que también bate récords) alcanzaría este año el 51,6% del PIB (en 2007 rozaba el 30%).
De este modo, el Tesoro tendrá que amortizar en 2011, posiblemente, más de 200.000 millones de euros, cantidad próxima a los 225.000 millones amortizados en 2010 (récord histórico).
Como consecuencia de la aceleración del endeudamiento de todas las administraciones, la deuda pública total en España (Estado Central, comunidades autónomas y ayuntamientos) alcanzó en el tercer trimestre los 611.198 millones de euros, el 57,7% del PIB, rozando la tasa del 60%, el máximo previsto en el Tratado de Maastricht para los países del euro.
Pero estas cifras pronto quedarán atrás. Según las propias previsiones oficiales, la deuda pública escalará desde el 55,2% del PIB en 2009 (580.400 millones de euros) hasta el 74,3% en 2012 (848.200 millones).
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¿Problema? Desde 2007, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se han caracterizado por basarse en previsiones de crecimiento económico totalmente optimistas y, por tanto, erróneas.
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Los PGE para 2011 no son menos, de modo que todo apunta a que la deuda pública crecerá por encima de los niveles estimados. A ello se debe añadir, además, las necesidades de recapitalización del sistema financiero español como resultado de las pérdidas inmobiliarias (estimadas en más de 170.000 milones de euros).
¿Deuda del 100% en 2012?
En este sentido, si bien el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía ya en 2009 que la deuda pública de los países del G-20 superará el 100% del PIB en 2014, algunos analistas ya apuntan a que España alcanzará este nivel en 2012.
Si se confirma, corre el riesgo de entrar en una temida espiral de endeudamiento de la que resulta muy complicado salir. Y es que, tal y como muestra el estudio del National Bureau of Economic Research, elaborado por Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, una deuda superior al 90% del PIB resta, de media, un punto porcentual al crecimiento económico al año.
Ante tal panorama, al que se suma el estancamiento económico y la falta de competitividad, es lógico que las agencias de calificación amenacen con rebajar nuevamente la calidad (solvencia) de la deuda española, lo cual encarecerá aún más el coste de la financiación para el sector público y privado. Valga como advertencia que la deuda de Grecia e Irlanda ha sido degradada de forma rápida y sustancial (desde los tramos A a B) en cuestión de escasos meses según se fue deteriorando su capacidad financiera.
La combinación de todos estos datos e indicadores se resume en el siguiente gráfico, que refleja la probabilidad de insolvencia y riesgo de contagio de diversos países. Islandia ya quebró, Irlanda y Grecia han precisado ayuda internacional para evitar su caída... Los siguientes en la lista serían Portugal, Bélgica, España e Italia.
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Por otro lado, la exposición total del sistema financiero internacional a los denominados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) asciende a casi 2,3 billones de dólares. La tarta, sin embargo, es acaparada por España, ya que su deuda externa casi equivale a la suma de la de Portugal, Irlanda y Grecia (cerca de 1,3 billones). En concreto, Portugal acapara el 12,7% de la deuda externa de los PIGS, Grecia el 11,1%, Irlanda el 32,7% y España el 43,5%.
Según el BIS, Alemania es, sin duda, el país que más dinero se juega en caso de que quiebren los PIGS (513.000 millones de dólares), seguida de Francia (410.000 millones), Reino Unido (370.000 millones) y EEUU (353.000 millones).
Dado el volumen de dinero que debe España al exterior, el mercado ha puesto en cuestión el tamaño del actual Fondo de rescate europeo acordado el pasado mayo, dotado con 750.000 millones de euros. Las dudas acerca de la solvencia de España han abierto un intenso debate en el seno de la UE y el FMI acerca de articular un Plan B en caso de que la economía nacional precise ayuda.
De las distintas opciones planteadas, los líderes de la Unión acordaron el jueves implantar el plan de quiebra ordenada de países a partir de 2013, ideado por la canciller germana Angela Merkel. Además, el BCE continuará con su programa de compra de deuda pública de países en dificultades.
Ultimátum de Merkel a Zapatero
Así, la ampliación del actual Fondo de rescate y, sobre todo, la emisión de eurobonos han sido aparcadas, al menos, por el momento. Y es que, Alemania y Francia consideran que antes de implementar tales medidas (eurobonos y un Tesoro único) es necesario avanzar progresivamente hacia la configuración de un super-estado europeo mediante la armonización y posterior unión fiscal de la zona euro.
De hecho, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido este viernes que la Cumbre de la UE, que acaba de concluir, ha discutido por primera la necesidad de avanzar hacia la armonización fiscal de países.
Visto lo visto, y según el plan de quiebras aprobado en Bruselas, Zapatero apenas cuenta con un plazo de dos años para acometer las profundas y numerosas reformas estructurales que precisa la economía nacional con el fin de impulsar la recuperación y evitar así un rescate que, a partir de 2013, ya no está garantizado. ¿Será Zapatero capaz de seguir el ritmo que marca Merkel?
De momento, ya hay prevista una reunión al respecto. Este viernes Zapatero ha anunciado lo siguiente: "El próximo 3 de febrero se celebrará en Madrid una cumbre bilateral entre España y Alemania con un alto sentido económico, en la que me reuniré con Angela Merkel. Acudirán empresarios alemanes y españoles, así como representates de sindicatos alemanes y españoles".
La reunión suena a ultimátum: Alemania, como principal acreedor de España, quiere recuperar el dinero prestado y, para ello, son imprescindibles las reformas y nuevos ajustes. Y es que, al mismo tiempo, Merkel ha dejado claro que no está dispuesta a pagar el coste de un posible rescate. El tiempo corre ya en contra de los españoles...

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