10 de abril de 2011.
Quiere perder las elecciones Rajoy?
Por una vez y sin que sirva de precedente, asumo colocar en mis Blogs, lo que dice Jiménez los Santos,pues tiene más razón que un santo, aunque de santo no tenga nada.
Entre los dirigentes del PP, el que peor se ha portado con las víctimas del terrorismo ha sido el propio Rajoy, que dijo en la cadena de Rubalcaba eso tan despectivo de que debía "mirar su agenda" para ver si iba a la manifestación, pero que si no iba, su corazón siempre estaría con ellas. A otro perro con ese hueso. Milagro será que no lo saquen en la radiofiesta de Luis del Olmo en Ponferrada bajando de un coche de los de antes de la guerra, con habano y vestido de indiano. Tampoco estuvo mal Trillo, edecán de Rubalcaba, cuando dijo (siempre en la SER) que no hay nada que el Gobierno esté haciendo mal en la lucha contra el terrorismo; y luego se fue a la manifestación con Gallardón, cuya ayuda a las víctimas del 11-M sigue siendo inolvidable. Juanto a ellos se manifestaba Basagoiti, una semana después de haber votado la moción para el cuidado preventivo de los etarras que hayan podido ser maltratados por la policía o la Guardia Civil, antes incluso de que haya condena. Y aunque también había gente muy respetable de ese partido, los menos ligados a la profesión política, como Teresa Jiménez Becerril, se fueron con Alcaraz. El PP tenía la cabeza en otra parte, más allá de Ponferrada pero bastante más acá de la Moncloa. Por eso, ni fue Rajoy ni Cospedal puso los autobuses que, antes de que el PP se gallardonizara, aportaba Acebes a las manifestaciones de la AVT.Decía en el último hilo de este Blog que, tras el anuncio de retirada de Zapatero, todo estaba en manos de Rajoy. Estaba: pretérito imperfecto. La forma en que el Presidente del PP ha encauzado las expectativas que en todos los sentidos iba a provocar el eclipse de su principal activo electoral, que es la incompetencia de ZP, ha sido el previsible: insistir en el guión gallardonista de confesarse en la SER y confiarse a la abstención de la izquierda. El comportamiento del PP con la manifestación de la AVT, que se lo había puesto muy fácil para recuperar la identificación con su base electoral, ha sido sórdido y repugnante. Y además, malo para sus intereses. La encuesta de El Mundo prueba que nunca entró en el electorado de la Izquierda y puede salir del de la Derecha. El "manejo magistral de los tiempos" que sus publicistas achacan a Rajoy ha desembocado en una situación de ruina moral y desconcierto electoral.
Nosotros hicimos en LDTV y EsRadio, como siempre, el programa de apoyo a la manifestación de las víctimas, aunque esta vez el convocante no era Alcaraz. Naturalmente, dimos cabida a los que quisieron entrar, desde Pons –que repitió la incongruencia de Trillo y se esforzó en defender lo indefendible- a Rosa Díez –que, diga lo que diga, ha archivado su rechazo a la "manifestación preventiva"- y al propio Alcaraz, que aunque mohíno y marginado, compensó con su presencia la ausencia del líder del PP y de tantos otros. Pese a todo, lo que Sandra León dijo al terminar la manifestación, que se notaba menos gente que el 5 a las 5, era cierto. La manifestación no fue un fracaso porque ninguna forma de lucha contra el terrorismo y el Gobierno del PSOE puede serlo, vaya una persona o vayan cincuenta y una. Pero además de entender que no se puede conceder a la vanidad de los discurseantes más allá del folio, las asociaciones de víctimas han podido comprobar que no basta ir juntas para juntar más gente, pero que juntarán más gente si van realmente juntas y no solamente adosadas. Creo que ese carácter conjunto, si no bien conjuntado, es, pese a todo, lo mejor de la manifestación, después de la nobilísima causa y la preciosa tarde de Abril.
En cuanto a lo político, el muy estimable sector del PP que mantiene los principios de siempre en la lucha antiterrorista tendrá una sensación agridulce. Han salido de nuevo a la calle, pero han comprobado que, si no de cero, tendrán que partir de poco para alcanzar aquella comunión magnífica de centenares de miles de personas en torno a la AVT de Alcaraz y al partido del PP de entonces. No sabemos a qué juega el PP en la lucha antiterrorista, que indudablemente pasa hoy por la lucha contra el Gobierno, el PSOE, los nacionalistas todos y sus infinitos medios de comunicación. De saberlo, sería más fácil evaluar el sentido y alcance de esa primera y calamitosa encuesta post-ZP. Las encuestas son las únicas manifestaciones que realmente respeta Rajoy. Este fin de semana, tiene, pues dos motivos o, mejor, dos motivaciones serias para preocuparse. Aunque por una, la moral, nunca se haya preocupado, tal vez debería empezar a hacerlo, porque, al cabo, es esa motivación moral la que arrastra la otra, la material o, por decirlo de modo que en Génova 13 lo entiendan, la propiamente electoral. Una, la moral, la han perdido. Otra, la material, no la han ganado. Para pensar.
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