lunes, 29 de febrero de 2016

10 razones por las que el Islam debe desaparecer.



Cuando el poeta sirio Adonis (Al Qassabin, 1930), eterno candidato al Nobel de Literatura, acudió a recoger el pasado 19 de febrero el Premio de la Paz de Erich Maria Remarque de la ciudad de Osnabruck (norte de Alemania) le montaron una tangana. "Adonis puede ganar cualquier premio literario pero no un premio de la paz", declaró su propio traductor al alemán, Stefan WeidnerKermani, escritor alemán de origen iraní, rechazó pronunciar la Laudatio de Adonis a la que había sido invitado, aunque aclaró que apreciaba su "obra lírica". ¿Razones? Los críticos alegaban que el premiado no se había distanciado claramente del presidente Asad, lo que lo convertía en "indigno" para un premio de la Paz.
Adonis rechazó las acusaciones y respondió que quien las hacía o no había leído su obra o no la había entendido y, a los que le exigían una repulsa clara, les dijo: "Si publicaran una declaración en la que pidieran la separación del estado y la religión en Siria, la renuncia a la violencia y la igualdad de derechos para la mujer la firmaría de inmediato". El escritor afincado en Francia lamentó además que quienes protestaban contra el galardón no dijeran ni palabra contra la destrucción de Alepo y Palmira o contra el saqueo de museos por parte del Estado Islámico. Adonis había sido galardonado por el jurado por "su compromiso con un Islam ilustrado". Pero tal vez el Jurado había sido algo benevolente con su descripción...
'Violencia e Islam', de Adonis (Ariel)
'Violencia e Islam', de Adonis (Ariel)
Porque el último libro del poeta que nació en una miserables familia alauí y logró estudiar después de tener la oportunidad de recitarle unos versos al presidente Shukri al-Kuwatli, muesta su compromiso innegociable con la Ilustración, sí, pero, por lo demás, repudia el Islam en bloque. 'Violencia e Islam' (Ariel, 2016) reúne el conjunto de entrevistas que la profesora Houria Abdelouahed le hizo a Adonis en torno a la religión del profeta, su relación indisociable con la violencia y el afán de dominio, y su futuro fin, del que el terrorismo del Estado Islámico sería el último grito de desesperación previo a su fallecimiento. Pero leamos mejor las razones de la pluma del propio Adonis.

1. El Islam convirtió la Primavera Árabe en una guerra

"Al principio, el levantamiento árabe hizo pensar en un despertar. Un despertar muy bello. Pero los acontecimientos que siguieron a la llamada primavera árabe han demostrado que no se trataba de una revolución, sino de una guerra, y que esta, en vez de sublevarse contra la tiranía, se ha convertido en otra tiranía. Por supuesto hubo oposiciones que no recurrieron a la violencia. Pero fueron aplastadas por el peso de los acontecimientos que se desarrollaron tras el inicio del levantamiento. Por otra parte esta revolución ha demostrado que era confesional, tribal y no cívica, musulmana y no árabe. (...) ¿Podemos hablar de una revolución árabe si la mujer sigue estando prisionera de la sharía? El recurso a la religión ha transformado esta primavera en un infierno".

2. La Historia no tiene cabida en el Islam

"Se diría que a los árabes de hoy les falta el espíritu del cuestionamiento. En cuanto se refiere a la historia, los árabes no llegan a pensar objetivamente el primer estado llamado arabo-musulmán que fue fundado sobre el poder y la pertenencia a la tribu. Quien dice tribu dice ausencia de pluralidad. (...) Lamentablemente, uno se da cuenta de que el pensamiento árabe, incluso el calificado como moderno, sigue siendo dogmático y prisionero del espíritu de la tribu. No hay nada que cambiar, nada que cuestionar. Todo debe permanecer fijo, inmutable. Lo que hemos denominado 'asr an-nahda' (el renacimiento), se revela un falso renacimiento. Por tanto, no se puede reinterpretar la historia, ni analizarla, ni avanzar, si no se logra romper con el espíritu religioso y la mentalidad tribal".

3. El Corán es un texto extremadamente violento

"Se trata de un texto extremadamente violento. He encontrado 80 versículos sobre la gehena, 66 que evocan el paraíso y 72 que hablan del paraíso como lugar de disfrute infinito. El 'kufr' (el rechazo a Alá) y sus derivados figuran en 518 versículos, el suplicio y sus derivados fueron objeto de más de 370. De 3.000 versículos, 518 tratan del castigo. El infierno se menciona 80 veces. (...) Sin embargo no encontramos ni un sólo versículo que incite a la reflexión u otro que aluda a los beneficios o ventajas de la razón o del espíritu, entendido como espíritu creativo. Cuando el Corán dice 'yatafak-karum' (reflexionar, razonar), es en el sentido de acordarse de los preceptos ya indicados en el Corán para aplicarlos".

4. El Islam desacredita, maldice y aplasta a la mujer

"La mujer siempre ha sido desacreditada o maldecida, cuando no literalmente aplastada. La mujer no figuraba entre los dirigentes. Siempre ha ocupado una segunda categoría. No formaba parte de lo que, en el fondo, constituía una sociedad. Se la consideraba como un objeto decorativo. (...) El islam ha matado a la mujer. La mujer ya no existe, solamente un sexo o una fantasía que se llamar "la mujer". Y ha hecho de ella un instrumento para el deseo o el placer del hombre. Ha utilizado la naturaleza para establecer y asentar desde el principio su dominio y su poder. (...) Lo peor es que los revolucionarios árabes y musulmanes dejan de ser revolucionarios si los confrontamos con la cuestión de la mujer. Los revolucionarios acaban siendo igual de fundamentalistas".
Adonis
Adonis

5. El Islam institucionaliza las pulsiones humanas

"La violencia que acompaña al Islam desde su nacimiento se ha institucionalizado. Ahora forma parte de la institución estatal. Añadamos que los musulmanes han sido, desde el principio, conquistadores. El siglo que siguió a la muerte de Mahoma fue sangrante y la guerra no ha cesado jamás.Los musulmanes solo respetan su Texto. El diálogo ya no está permitido. El creyente piensa que él posee la verdad absoluta. En este momento, cualquier otra creencia es, según él, falsa y debe ser rechazada, Este tipo de creencia ha transformado la política islámica en una 'techné' cuyo designio último es el poder y la manera de conservarlo. Toda la historia de los árabes es testigo de ello. Su cultura es la cultura del poder".

6. El Islam envenena la relación con Occidente

"En Europa la sociedad ha envejecido. Está agotada, es decir, arruinada, sobre todo por los problemas económicos. Todo el mundo busca trabajo. Las personas tienen miedo del porvenir. Casi cuatro millones de personas en Francia no tienen empleo. Angustiadas, las gentes procuran protegerse en vez de abrirse al futuro. (...) La utopía puede ser un proyecto. Pero en el mundo árabe, en vez de creer en el futuro, nos encontramos ante un proyecto absoluto: casarse con la religión. Y Europa también empieza a retroceder".

7. El Corán condena a los poetas

"El Islam ha matado la poesía. Este asesinato de hecho, es el de la subjetividad, el de lo experimentado por el individuo, de su experiencia de vida en beneficio de la creencia común, la de la Umma (la comunidad). El islam ha rechazado que la poesía fuese un conocimiento y una búsqueda de la verdad. La ha prohibido y condenado. Sin embargo, la poesía no tiene sentido si deja de ser búsqueda de la verdad. Puedo decir que la poesía desmonta y desmantela a la religión, tanto en su creencia como en su conocimiento. Pues la poesía la que dice la verdad".

8. El Islam combate la modernidad

"La poesía preislámica fue, como la de Bashar ibn Burd y la de Abu Nuwas, un espacio muy moderno. El Islam ha combatido esta modernidad y esta creatividad que recurren a la experiencia humana. Deploro que, hasta hoy, nos sigan faltando en el mundo árabe estudios profundos sobre la poesía, la lengua poética y la estética árabe".

9. La religión sólo da respuestas pero no hace preguntas

"El pensamiento religioso sostiene que la palabra dice la cosa de una vez por todas. Es por esta razón que digo que el Islam ha limitado a la lengua. La lengua anterior al Islam era bella y libre. El Islam ha limitado su campo, su amplitud y sus horizontes. Ahora bien, la palabra jamás puede decir una cosa de una vez por todas. Para mí esto es una herida. (...) Repito: la poesía, como el mito, es una pregunta. La religión es una respuesta".

10. El Islam está devolviendo a los países árabes al salvajismo

"Lo que ocurre en los países árabes desde 2011 es una especie de retorno a lo prehumano, al salvajismo. Se asesina al hombre para robarle o porque piensa de manera distinta. Se asesina a quienes no pertenecen al sunismo o piensan de manera distinta. Ello pone de manifiesto el odio hacia lo humano. Estas prácticas y el silencio de los musulmanes que rodea estos hechos demuestran que los musulmanes creen y piensan, como ya dije, que el Islam es la única religión verdadera, la religión completa, la que Dios ha elegido para sus fieles. Como si fuera imposible vivir sin el Islam. ¿Cómo se puede pensar que el mundo sin el Islam carecería de sentido?"


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Érase una vez un extraño país en el que la derecha ganó las elecciones pero la izquierda decretó que no debía gobernar. Érase una vez un ganador de las elecciones que renunció a gobernar. Y érase una vez unos dirigentes izquierdistas que, aliados con los separatistas catalanes, quisieron acabar con la Constitución que ellos mismos habían promulgado. Aunque parezca mentira, aquella derecha no se llamaba Partido Popular, sino la CEDA. Aquel ganador renunciante no se llamaba Rajoy, sino Gil Robles. Aquella Constitución que entonces tocó superarno era la de 1978, sino la de 1931. Aquel dirigente separatista que pretendió aprovechar las circunstancias para romper amarras con España no se llamaba Artur Mas, sino Lluís Companys. Y aquel año no era 2016, sino 1934. Lo único inamovible de todo el asunto es que el partido izquierdista que se negó a aceptar que hubiera ganado la derecha, que violó la Constitución y que no tuvo inconveniente en aliarse con los separatistas catalanes fue, ayer con Prieto y Largo Caballero igual que hoy con Sánchez, el PSOE. El eterno retorno de lo idéntico.
Pero no nos pongamos trágicos y olvidemos por hoy, aunque ciertamente sea mucho olvidar, el asesinato de la República a manos de la alianza izquierdo-separatista, como reconoció el presidente republicano en el exilio, Claudio Sánchez Albornoz; olvidemos la posterior burla a la ley mediante la excarcelación de los culpables que el Frente Popular decretó al día siguiente de su triunfo en las muy irregulares elecciones de febrero de 1936; y olvidemos también los dos mil muertos que quedaron por el camino, sobre todo en Asturias.
Porque, ¿para qué fruncir el ceño con asuntos tan graves teniendo a mano un buen puñado de ellos bastante más amables? Vayamos, pues, a una Cataluña en la que, en aquel añorado 1934, pudieron disfrutar de momentos dignos de Wodehouse. Pero antes de empezar hemos de recordar lo que ya tres años antes había señalado Francesc Cambó sobre la arrancada de Macià declarando la "República Catalana com Estat integrant de la Federació Ibèrica" el mismo 14 de abril:
Es deplorable comprobar, desde el advenimiento de la República, la formidable superioridad de los castellanos, en materia de sentido político, en relación con los catalanes. Las jornadas grotescamente vergonzosas que vivió Barcelona señalan un caso de catetismo colectivo como pocos ha habido en la historia. ¡Y pensar que la inmensa mayoría de nuestros amigos se enternecían y entusiasmaban con las escenas carnavalescas de la República Catalana, que nos han merecido el menosprecio y la animadversión de la mayoría de los españoles no catalanes!
Empecemos, pues, por el máximo responsable del carnaval de tres años después, un Lluís Companys que, en principio dudoso ante el entusiasmo golpista de sus camaradas Dencàs y Badía, acabó saliendo al balcón a proclamar solemnemente "l’Estat Català dins de la República Federal Espanyola". Según testigos presenciales, acto seguido se desató un huracán de aplausos, abrazos, besos y llantos de entusiasmo. No por casualidad Josep Pla había descrito así la personalidad de los esquerristas:
Hacen grandes gestos, se llevan cada dos minutos la mano al pecho, dan alaridos sentimentales y unos terribles aspavientos de bondad. Todos ponen los ojos en blanco, llevan el corazón en la mano y cantan turbios romances que hacen llorar.
Al estrechar la mano del diputado Soler i Pla, el president exclamó: "¡Ahora ya no podrán decir que no soy nacionalista!". Curiosa exclamación. Curioso interés. Curiosa angustia. El mar de fondo venía de atrás, de su fogosa juventud lerrouxista, de las sardanas que gustaba de disolver a garrotazos y de las amenazas que había recibido, en fecha tan cercana como agosto de 1932, para que sustituyera de los rótulos de su despacho y su domicilio el indigno Luis por el patriótico Lluís.
Pero el toque heroico lo aportaron sus camaradas Josep Dencàs y Miquel Badía, consejero de Gobernación el primero y jefe de los Servicios de Orden Público el segundo, poéticamente conocido entre los suyos, por cierto, como Capità Collons. Porque tras encabezar majestuosos la rebelión, al sonar los primeros tiros se escabulleron por las cloacas y no pararon hasta Perpiñán. Lo cual tiene especial mérito si se tiene en cuenta que de los dieciséis cañonazos que se dispararon aquella noche, once fueron de fogueo o con granadas sin espoleta. Sólo para asustar. Aunque la verdad es que tampoco hubo muchos a quienes asustar, pues la inmensa mayoría de los aguerridos escamots, a los que habían repartido armas en las jornadas anteriores, corrieron a esconderse bajo sus camas.
Con las tropas patriotas en desbandada y Dencàs y Badía emergiendo apestosos por una alcantarilla de la Barceloneta, Companys recibió una llamada del diputado Riera desde el Ateneo:
Presidente, estamos aquí cenando un grupo de amigos, y al descorchar el champán brindamos por el Estat Català. ¡Visca Catalunya!
Adentrémonos ahora en el resbaladizo reino de Eros. Pues resultó que, algunos meses antes del golpe, nuestro Miquel Badía diose un trastazo en coche en compañía de su camarada Joan Durán. Acabaron ambos en el hospital de Manresa, y mientras que este último fue dado de alta en el momento, Badía tuvo que quedarse una noche encamado. La mujer de Durán, y también camarada esquerrista, Carme Ballester, fue al hospital en busca de su marido, pero encontrose con que allí sólo quedaba su buen amigo el Capità Collons. Y no cabe duda de que hizo honor a su sobrenombre, pues el encuentro acabó en arrebatado polvo hospitalario.
Debió de ser fembra placentera la Ballester, pues también rindió sus pendones nada menos que a Companys. Y, al parecer, con similar fogosidad, pues en una ocasión, por culpa de alguna puerta mal cerrada, fueron sorprendidos con las manos en la masa en un despacho de la sede de las juventudes esquerristas, lo que se convirtió en la comidilla de toda Barcelona durante una buena temporada. Cuando Collonscompartió confidencias eróticas durante una discusión con su presidente, éste condujo a su amada a la cama de Macià para arrancarla en tan sagrado lugar juramento de amor eterno. A este episodio, que enfadó considerablemente a la viuda e hija del expropietario del lecho, se referiría posteriormente Tarradellas como "la misa negra en la cama de Macià".
Después vendría la astracanada de octubre del 34 y la amnistía de febrero del 36, tras la que Badía regresó a España. Por poco tiempo, pues dos meses después moriría a manos de unos pistoleros anarquistas, los viejos enemigos de los escamots. Aunque, para crear confusión, se pretendió cargar el mochuelo a los falangistas, quedó claro de dónde habían venido los tiros. Y con el paso del tiempo aumenta la sospecha entre los historiadores de que el que movió los hilos del asesinato, viejo conocido de unos anarquistas para los que había trabajado como abogado laboralista, probablemente fuese un Companys enemigo de Badía en el seno de ERC, rencoroso por su comportamiento durante el golpe del 34 y deseoso de evitar la posibilidad de nuevos cuernos.
Pero no se vayan todavía, que el soneto nos ha salido con estrambote. Porque, a causa de la suspensión del Estatuto, las funciones del presidente de la Generalidad fueron asumidas por la figura del gobernador general de Cataluña, el segundo de los cuales, de abril a octubre de 1935, fue el lerrouxista Juan Pich i Pon. Pero no fue ése el motivo por el que hoy se le recuerda, sino por su portentosa facultad para el disparate palabrero. Tan portentosa que hasta dio nacimiento a una nueva categoría lingüística: la piquiponada. Algunas alcanzaron merecida inmortalidad: en una ocasión dijo que el peor tirano de la historia había sido el de Bergerac; en otra, empuñando una espada, afirmó sentirse como un radiador romano; a uno duro de oído lo calificó de más sórdido que una tapia; de otro lamentó que hubiese sorbido el cáliz hasta las hélices; al caviar lo definió como huevos de centurión; describió el 14 de abril como una jornada revolucionaria sin infusión de sangre; y de un amigo aficionado a coleccionar sellos dijo que era sifilítico.
Y ahora regresemos al presente, que es mucho más vulgar.

Corbyn ficha a Varufakis para llevar al Partido Laborista más a la izquierda


Foto: Yanis Varufakis durante una rueda de prensa en Berlín para presentar el movimiento DiEM 25 (Reuters).

Yanis Varufakis durante una rueda de prensa en Berlín para presentar el movimiento DiEM 25 (Reuters).
El Partido Laborista británico ha anunciado que incorporará como asesor aYanis Varufakis, el exministro de Finanzas griego, por su experiencia en la gestión de las negociaciones de su país con la Unión Europea. El líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn, que desde que asumió las riendas del partido en 2015 está intentando llevarlo más a la izquierda, ha afirmado que Varufakis aportará asesoramiento relacionado con su experiencia de gestión con el bloque comunitario.
"Varufakis es interesente porque él ha pasado, obviamente, por todas las negociaciones", ha explicado Corbyn, en declaraciones al diario local londinense 'Islington Tribune'. "Me doy cuenta de que no estamos en la eurozona pero es un tema de entender cómo afrontamos la noción de que puedes cerrar la vía a la prosperidad cuando, en realidad, tienes que hacer crecer la vía hacia la prosperidad", ha señalado. "Creo que la forma en que Grecia ha sido tratada es terrible y que deberíamos aproximarnos a ellos", ha añadido.
Varufakis dimitió como ministro de Finanzas en julio de 2015, cuando su Gobierno aceptó los términos del tercer rescate, que impone mayores medidas de austeridad. Regresó a la arena política con su nueva plataforma: Movimiento por la Democracia Europea 2025 o DiEM 25, con la que tratará de luchar contra la "falta de democracia" en las instituciones europeas.
Varufakis ya se ha reunido con el responsable de Finanzas del Partido Laborista británico, John McDonnell, un político que se declara enemigo del capitalismo y que en alguna ocasión ha dicho que le gustaría volver a los años ochenta paraasesinar a Margaret Thatcher.
Corbyn, cuyo nombramiento como líder del laborismo representó un mensaje para toda Europa, con especial resonancia en Grecia y España, votó en contra de la pertenencia a la Unión Europea en 1975. Ahora, sin embargo, ha anunciado que hará campaña para que el país se mantenga en el bloque comunitario en el referéndum que tendrá lugar el 23 de junio, con el argumento de que la continuidad es la vía para mejorar la legislación social y en materia de empleo.